Marino Rivera dijo que los políticos anticubanos disidentes, refiriéndose a la oposición, hablan tonterías y mentiras sobre el trato que se dispensa a los reclusos en las prisiones de la isla.
Marino Rivera, ex jefe de prisiones del régimen marxista cubano en Villa Clara, y residente actualmente en EE.UU, dijo en entrevista con Televisión Martí que en la isla los agentes de la Seguridad del Estado y los militares protegen a los disidentes del pueblo que, según él, es quien da las golpizas a quienes protestan contra el gobierno.
Aseguró que cuando entró a EE.UU no declaró que había sido miembro del Partido Comunista ni jefe de prisiones en Villa Clara porque, según dijo, nadie se lo preguntó y no consideró que ello fuera relevante, pues antes de emigrar había solicitado la salida del Partido y hacía ya 14 años que no pertenecía al Ministerio del Interior.
Agregó el ex funcionario de las cárceles de la isla que él nunca vio maltratar ni torturar a nadie por parte de los agentes de la Policía Política, pues si lo hubiera visto los acusaba ante la Fiscalía, que él solo cumplía órdenes y que en Cuba el represor es el pueblo.
Rivera dijo además que los políticos anticubanos disidentes, refiriéndose a la oposición, hablan tonterías y mentiras sobre el trato que se dispensa a los reclusos en las prisiones de la isla.
Testimonios de dos disidentes dan cuenta de que el ex alto oficial del MININT y su esposa -una ex teniente coronel del MININT – fueron sumamente represivos con las personas que se atrevían a protestar en contra del régimen.
Guillermo Fariñas, ganador del Premio Sájarov, aseguró telefónicamente desde Cuba a Radio Martí que Rivera le arrancó 2 agujas intravenosas de sus brazos durante una de sus muchas huelgas de hambre en 1998.
Benito Ortega, residente en Virginia, relató al Nuevo Herald que cuando solicitó tratamiento médico por una fístula anal muy infectada, Rivera se lo negó y le dijo que los disidentes querían caer presos para recibir mejor tratamiento médico y él no lo aprobaba.
También se conoce por otro lado que Marino Rivera y su esposa han realizado más de un viaje a la isla, después de residir en Miami.
Los abogados de Inmigración en Miami, Santiago Alpízar y Willy Allen contactaron a fiscales federales para saber cómo se le pudo permitir la entrada en Estados Unidos a Rivera, a pesar de sus antecedentes represivos.
El ex jefe de prisiones del régimen marxista dijo por otra parte a Televisión Martí que desmentía todo lo dicho por Fariñas y que en 1998, fecha en que asegura el disidente ocurrieron los hechos, ya él no se encontraba en el Ministerio del Interior, pues se había retirado del mismo en 1996 y que, según manifestó, ni siquiera conoce a Fariñas.
Rivera concluyó declarando que todavía es revolucionario y comunista y que, como tal, está orgulloso de su historial que por demás nunca negará.
Aseguró que cuando entró a EE.UU no declaró que había sido miembro del Partido Comunista ni jefe de prisiones en Villa Clara porque, según dijo, nadie se lo preguntó y no consideró que ello fuera relevante, pues antes de emigrar había solicitado la salida del Partido y hacía ya 14 años que no pertenecía al Ministerio del Interior.
Agregó el ex funcionario de las cárceles de la isla que él nunca vio maltratar ni torturar a nadie por parte de los agentes de la Policía Política, pues si lo hubiera visto los acusaba ante la Fiscalía, que él solo cumplía órdenes y que en Cuba el represor es el pueblo.
Rivera dijo además que los políticos anticubanos disidentes, refiriéndose a la oposición, hablan tonterías y mentiras sobre el trato que se dispensa a los reclusos en las prisiones de la isla.
Testimonios de dos disidentes dan cuenta de que el ex alto oficial del MININT y su esposa -una ex teniente coronel del MININT – fueron sumamente represivos con las personas que se atrevían a protestar en contra del régimen.
Guillermo Fariñas, ganador del Premio Sájarov, aseguró telefónicamente desde Cuba a Radio Martí que Rivera le arrancó 2 agujas intravenosas de sus brazos durante una de sus muchas huelgas de hambre en 1998.
Benito Ortega, residente en Virginia, relató al Nuevo Herald que cuando solicitó tratamiento médico por una fístula anal muy infectada, Rivera se lo negó y le dijo que los disidentes querían caer presos para recibir mejor tratamiento médico y él no lo aprobaba.
También se conoce por otro lado que Marino Rivera y su esposa han realizado más de un viaje a la isla, después de residir en Miami.
Los abogados de Inmigración en Miami, Santiago Alpízar y Willy Allen contactaron a fiscales federales para saber cómo se le pudo permitir la entrada en Estados Unidos a Rivera, a pesar de sus antecedentes represivos.
El ex jefe de prisiones del régimen marxista dijo por otra parte a Televisión Martí que desmentía todo lo dicho por Fariñas y que en 1998, fecha en que asegura el disidente ocurrieron los hechos, ya él no se encontraba en el Ministerio del Interior, pues se había retirado del mismo en 1996 y que, según manifestó, ni siquiera conoce a Fariñas.
Rivera concluyó declarando que todavía es revolucionario y comunista y que, como tal, está orgulloso de su historial que por demás nunca negará.