Mayoría de egipcios votan por la nueva constitución

  • Agencias

Referendum en Egipto

Tras conocerse el resultado, el Departamento de Estado de Estados Unidos llamó a presidente Mursi a trabajar para "poner fin a las divisiones".
La nueva Constitución egipcia fue aprobada con el 63,8% de los votos en el referéndum celebrado en los últimos dos sábados en medio de una grave crisis política, informó este martes la Comisión Nacional Electoral.

La participación fue de 32,9%, precisó Samir Abul Maati, presidente de la Comisión en una conferencia de prensa celebrada en El Cairo. Las cifras coinciden con las que habían adelantado los Hermanos Musulmanes, formación del presidente egipcio Mohamed Mursi.

Tras conocerse el resultado, Estados Unidos llamó a presidente Mursi a trabajar para "poner fin a las divisiones". "El futuro de la democracia de Egipto depende de forjar consensos amplios detrás de sus nuevas reglas e instituciones democráticas", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell.

Samir Abul Maati rechazó las acusaciones de fraude de la oposición, que había denunciado falta de supervisión y otras irregularidades. Abul Maati indicó que la Comisión Electoral había examinado todos los recursos recibidos después de las dos jornadas electorales y afirmó que el proceso se había llevado a cabo bajo control judicial.

En Egipto la ley electoral impone la presencia de magistrados en las oficinas electorales, regla que, según la oposición, no se respetó. En muchos casos hubo falsos jueces supervisando la elección, denunció la oposición.

Por otra parte, Abul Maati indicó que la Comisión había anulado los resultados de algunas mesas electorales debido, sobre todo, a que habían cerrado antes de la hora fijada por las autoridades. El referéndum se llevó a cabo los sábados 15 y 22 de diciembre, a pesar de las protestas de la oposición, que había convocado a protestas en El Cairo.

El Frente de Salvación Nacional (FSN), principal fuerza opositora laica, se opuso a la nueva Constitución diciendo que abría el camino a interpretaciones severas del islam y ofrecía pocas garantías para determinadas libertades.

La Constitución, según el FSN, contradice las aspiraciones democráticas surgidas de la revuelta contra Hosni Mubarak, quien dirigió Egipto durante tres décadas hasta su caída en febrero de 2011. El FSN dijo que el referéndum "no es el fin del camino" sino "sólo una batalla" en el combate contra el poder del presidente Mursi.

La próxima etapa son las elecciones legislativas, que deben llevarse cabo en un plazo de dos meses tras la adopción de la Constitución.