La temporada del 2022 en MLB fue testigo de la mayor participación cubana en la historia de Grandes Ligas. Un total de 33 cubanos pisaron los terrenos de la gran carpa, destronando la marca anterior que databa de 1968, aunque se había igualado en varias ocasiones.
Esa cifra solo toma en cuenta a los peloteros que nacieron en la Mayor de las Antillas, y no los hijos de cubanos que nacieron fuera de la isla. Precisamente, conversamos con uno de esos jugadores que no dio sus primeros pasos en Cuba.
Quizás eres uno de esos fanáticos que sigue a los Miami Marlins y no sabes que Nick Fortes tiene raíces en el oriente cubano. Fortes se ha complementado de maravillas con Jacob Stallings y juntos han sido lo mejor de la receptoría miamense desde la partida de JT Realmuto.
El complemento de Nick y los Marlins no solo va en lo deportivo, su padre Alfredo nació en Holguín y desde pequeño le inculcó las tradiciones y la idiosincrasia de los cubanos. Aunque el español de Fortes no es el mejor, sus ojos brillan al escuchar el nombre de Cuba y palabras como "picadillo", "pastelitos" y "ropa vieja" las pronuncia sin acento alguno.
Radio Television Martí pudo conversar con Fortes sobre su herencia cubana.
¿Cómo fue el crecer en un ambiente cubanoamericano?
“Fue algo maravilloso, compartiendo con mis abuelos, con el aroma de la comida de mi abuela, las fiestas como la Noche Buena. Es cultura que siempre llevamos y es algo muy emocionante”.
¿Qué te contaban de Cuba?
“Mi padre nació en Holguín y vino para los Estados Unidos cuando tenía unos seis o siete años de edad. Me hablaban de las dificultades, de la pobreza, de lo difícil que era vivir allá, y de que era mucho más fácil vivir aquí por el sistema”.
¿Disfrutas de alguna tradición cubana?
“Todo, sobre todo en la comida. Mi comida favorita es picadillo. Mi padre cocina una tremenda ropa vieja. Amo los pastelitos y es algo que sigo disfrutando mucho”.
¿Cuán especial es jugar en Miami, tan cercano a esas raíces?
“Es algo especial. Mi papá está encantado. Crecí en Miami. Nací en Hialeah. Tengo muchos familiares que todavía viven en la zona. De modo que es muy bonito estar tan cercano a esa parte de mi vida. Es maravilloso de que sea así”.
En el plano deportivo, el enmascarado de Miami poco a poco le ha robado la titularidad indiscutida a su compañero de equipo y ganador del Guante de Oro, Jacob Stallings. Hasta el momento promedia .224 a la ofensivsa con un cuadrangular y cinco carreras empujadas. El máscara de 26 años todavía puede aportar más a su equipo y que mejor lugar que hacerlo en una ciudad donde los cubanos son mayoría.