La historia de amor entre el pelotero cubano Randy Arozarena y México ya tiene matices de telenovela.
Ahora, la edición mexicana de la revista GQ acaba de seleccionar al jugador nacido en Arroyos de Mantua, Pinar del Río, como el deportista del año 2023.
Hace menos de un año, Arozarena era un desconocido para la mayoría de la sociedad mexicana y sólo los seguidores del béisbol sabían de su existencia con los Rays de Tampa Bay.
Pero el cubano, en agradecimiento al país que le dio su primera oportunidad profesional, tras escapar de la isla, decidió enfundarse el uniforme de México en el Clásico Mundial de Béisbol (WBC), y con su empuje y carisma, llevó al equipo a un histórico tercer lugar. Había nacido “El Charro de Vueltabajo”.
Lo que vivió México durante el WBC fue una verdadera Randymanía.
“Cuando más se ha hablado de béisbol en este país fueron, sin duda, esas dos semanas, porque todos estábamos ávidos de un buen resultado en cualquier deporte y resulta que el béisbol levantó la mano y dijo: aquí estoy”, dijo a la revista GQ el señor Horacio de la Vega, presidente de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB).
“Todos, por supuesto, recordamos la locura que desató la selección y, especialmente, Randy Arozarena”, añadió el titular de la LMB.
La Randymanía lo convirtió en el jugador que más aumentó sus seguidores en redes sociales durante el WBC, con un incremento de 300% en Instagram y 105% en X (antes Twitter).
Su personalidad eléctrica lo catapultó como el rostro de un equipo que le ha devuelto a México la afición masiva por el béisbol.
Lo cierto es que, por donde quiera que pasa, deja una estela de simpatías, siempre presto a una foto con niños, a la firma de un autógrafo, al saludo a los fanáticos, sin perder la nobleza del guajirito que tiró sus primeras pelotas en Arroyos de Mantua.