El senador republicano Marco Rubio, y el demócrata Bob Menéndez, presentaron este martes un proyecto de ley que prohibe el reconocimiento por tribunales de EEUU de marcas comerciales confiscadas por el régimen comunista de Cuba.
La medida prohíbe a los tribunales estadounidenses reconocer, hacer cumplir o validar cualquier aseveración de derechos por parte de un individuo, de una marca registrada que se utilizó en relación con una empresa o activos que fueron confiscados por el régimen cubano, a menos que el propietario original de la marca haya consentido expresamente.
Un proyecto de ley complementario fue presentado ante la Cámara de Representantes por Debbie Wasserman-Schultz, demócrata, y John Rutherford, republicano.
"Durante 60 años, el régimen comunista de Cuba ha estado beneficiándose con propiedades robadas que pertenecen a ciudadanos de EEUU", dijo Rubio en un comunicado de prensa.
El senador cubanoamericano agregó que siempre ha sido política de Estados Unidos apoyar a los legítimos dueños de propiedades robadas.
Lee también Bacardí respalda derecho de empresas confiscadas en Cuba a buscar justicia"Una marca que involucra a Bacardí, uno de los mayores productores de licores del mundo, es ilustrativa de esta circunstancia. Los activos de Havana Club fueron confiscados por el gobierno cubano en 1959, y en 1994 –aunque la marca expiró en 1974– los descendientes del fundador de Havana Club vendieron la receta y la marca registrada a Bacardí, quien desde entonces produjo el ron en Puerto Rico. Casi al mismo tiempo, la firma cubana Cuba Ron presentó y recibió una marca registrada de EEUU con el nombre, y se asoció con Pernod Ricard para vender el ron "Havana Club" de la competencia. La Ley de marcas no robadas honradas en América prohibiría a la asociación Cuba Ron/Pernod Ricard usar los derechos relacionados con Havana Club debido a la confiscación de la compañía original por parte del régimen cubano en 1959", detalla el comunicado conjunto, publicado en el sitio oficial del senador Rubio.
Esta Ley asegura que los tribunales estadounidenses no reconozcan el derecho a propiedades confiscadas, sin el expreso consentimiento de sus legítimos dueños, agrega la nota.
"La confiscación de activos por parte del gobierno cubano es, y siempre será un delito", subrayó el senador Menéndez. "Esta legislación bipartidista protegerá las marcas registradas de EEUU al prohibir a los tribunales que reconozcan los derechos de las personas que son objeto de confiscación sin consentimiento, continuando con la antigua política de EEUU de apoyar a los legítimos propietarios de bienes robados".
La representante Wasserman Schultz, por su parte, reiteró su compromiso de salvaguardar los derechos de propiedad intelectual de las compañías estadounidenses al garantizar que "las marcas registradas estén protegidas contra la confiscación por parte de cualquier gobierno extranjero".
“Este proyecto de ley hace eso, al prohibir a los tribunales validar una afirmación de los derechos de marca registrada en relación con una empresa o activos confiscados por el gobierno cubano, y al apoyar a los verdaderos y justos propietarios de propiedad robada, una política estadounidense de larga data que debe continuar", añadió.
Rutherford señaló que al régimen cubano se le ha permitido robar la propiedad intelectual estadounidense durante demasiado tiempo. "Al mantener fuertes protecciones de derechos de autor en nuestros tribunales, los regímenes extranjeros ya no podrán beneficiarse del ingenio estadounidense", concluyó.
El proyecto de ley establece una prohibición de marca registrada solo si la persona "sabía o tenía motivos para saber al momento de adquirir los derechos de que la marca comercial era igual o sustancialmente similar a la marca o nombre utilizado en relación con el negocio o los activos que fueron confiscados", aclara el comunicado de prensa.