La compañía multinacional Bacardí respaldó el derecho de empresarios estadounidenses, entre ellos los cubanoamericanos, a reclamar sus propiedades confiscadas en Cuba.
Bacardí dijo el miércoles al diario bermudense The Royal Gazette que "como muchas otras" empresas, "perdió todas sus propiedades cubanas en confiscación ilegal sin compensación".
"Respaldamos el derecho y la capacidad de los afectados para buscar justicia y evitar un mayor tráfico de propiedades robadas", recalcó la compañía licorera con sede en Bermudas, a donde se trasladó en 1965, después de que el gobierno comunista confiscara sus activos privados.
El reciente anuncio del Departamento de Estado de una excepción en la suspensión temporal del Título III de la Ley Libertad o Helms-Burton abre un estrecho margen a las demandas contra empresas cubanas que se benefician de propiedades incautadas por el régimen después de 1959.
A partir del 19 de marzo podrán emprenderse querellas en cortes estadounidenses contra entidades cubanas controladas por militares, unas 200 empresas mencionadas en la Lista Restringida de Cuba.
Pero EEUU ha advertido que continuará monitoreando "el impacto de la suspensión (...) con el fin de evaluar si más medidas son necesarias para el interés nacional de Estados Unidos y, por supuesto, para apoyar los esfuerzos del pueblo cubano para realizar las reformas en su país", de acuerdo con declaraciones de una alta funcionaria de la cancillería estadounidense.
En enero de 2018, la marca de ron Havana Club, que produce Bacardí en Puerto Rico, lanzó una nueva campaña en Estados Unidos titulada "No me digas que no soy cubano", que recuerda como en 1960 el régimen de Fidel Castro "se apoderó ilegalmente, y sin compensación, de las empresas de la familia Arechabala", incluida la destilería del emblemático ron.
Bacardí ha señalado en numerosas ocasiones las "actividades fraudulentas y engañosas" empleadas por el régimen cubano y su socio comercial, la firma francesa Pernod Ricard, en relación con la obtención, mantenimiento y renovación de la marca Havana Club en Estados Unidos.
Durante años, Bacardí ha batallado en cortes estadounidenses contra la francesa Pernod Ricard por Havana Club, hasta que en enero de 2016 la Oficina de Patentes de EEUU otorgó los derechos de la marca al régimen cubano.
Una petición bipartidista ha pedido a la Administración Trump que revise la licencia comercial otorgada a la marca de ron cubano, controlada en la isla por la estatal Cubaexport.