Desde Boniato, la prisión santiaguera de máxima seguridad, el manifestante del 11 de julio Iván Arocha Quiala dice a los dirigentes de la cúpula cubana que no pidan más al pueblo que resista. la situación de crisis en la que vive.
"¡Resistan ustedes!", exclama el preso político en un mensaje grabado en una llamada telefónica al que Radio Televisión Martí tuvo acceso.
“Hoy vengo a decirles a los dirigentes de este país que no nos digan más que hay que resistir; resistan ustedes, que son los que les sacan provecho al comunismo. ¿Por qué nos quieren obligar a seguir esclavizados?”, se cuestiona Arocha Quiala.
“¿No se dan cuenta que este pueblo ya no quiere defender a esta dictadura; que, poco a poco, está perdiendo el miedo, y los que aún tienen miedo la necesidad hará que lo pierdan?", añadió el preso político.
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Iván Arocha Quiala fue condenado a 10 años de privación de libertad por su participación en las protestas del 11 de julio en el Caney, Santiago de Cuba.
“A los cubanos que pelean por su libertad, decirles que sólo nosotros no estamos presos, que Cuba entera es una prisión. Que ver cómo el tiempo pasa y la necesidad se hace mayor, y no poder ver un futuro próspero, ni para ti ni para tus hijos, es un sufrimiento que no se acaba”, subraya en su manifiesto.
“Podría ser una de las personas que más sufrimientos tenga, ya que en mi familia éramos seis y aún quedamos cuatro en prisiones diferentes, cosa que hacen para quebrantarnos. Pero les cuento que no es así, que en estos momentos estamos más fuertes que nunca, con mayor convicción, y la familia aún más unida. Seguiré peleando porque mi hijo no tenga que vivir los horrores del comunismo”, asegura Arocha Quiala.
Otros cuatro miembros de su familia también fueron encarcelados: Enrique Ferrer Hechavarría, con una sanción de 12 años; Iván Mauricio Arocha Arocha (10 años), Eduardo Reynaldo Machado Arocha (9 años) y Dayron Yunior Labrada Linares (7 años).
“Y para la gente que trata de desestimar a las personas que pelean, como Saily [González], diciendo que abandonan el barco, los invito a montarse en él para que vean que el viaje es largo y el oleaje es malo, porque es muy rico tener libertad y democracia a costa del sufrimiento de otros”, dijo en referencia a las críticas recibidas por la activista de Santa Clara, por su decisión de emigrar a Estados Unidos tras recibir amenazas de la Seguridad del Estado.
“Si todos los cubanos que quieren su libertad se unieran a la guerra, el sufrimiento fuera menos y el camino más corto. ¿Qué te pueden meter preso por gusto, o a base de mentiras? Sí, lo pueden hacer, pero hoy me siento como un héroe y sé que el mundo lo reconoce, y me apoya, porque de los cobardes no se ha escrito nada. Prefiero morir un día estando de pie que pasarme la vida entera arrodillado”, recalca el manifestante del 11J.
“Mi mayor dolor es saber que hay personas que esperan a que otros hablen para ellos hablar. Hablen, aunque sean los únicos en hacerlo, y verán que hay miles de personas que están como ustedes, esperando el momento”, exhorta el prisionero.
“Siento una rabia, un odio por dentro, que he pensado hasta hacer una huelga de hambre, pero sé que a esta dictadura no le queda mucho, y tengo que estar vivo, y con salud, para ver a todas las personas que hoy nos sancionan, a base de mentiras, como serán sancionadas con la verdad. Solo me queda por decirles, con más fuerza que nunca: ¡Patria y vida! y ¡Abajo la dictadura!", concluye Arocha Quiala en su mensaje.