Grandes potencias del mundo indicaron que Egipto debe regresar a la democracia, sin calificar el derrocamiento de Mohamed Mursi como un golpe de estado militar.
El mandatario estadounidense, Barack Obama, llamó a las militares a ceder la autoridad rápidamente y de manera responsable a un gobierno civil democráticamente electo.
El canciller alemán, Guido Westerwelle, consideró la intervención de los militares como un fracaso para la democracia y que es urgente que Egipto vuelva cuanto antes al orden constitucional.
El presidente francés, François Hollande, llamó a hacer todo lo posible para reanudar el proceso de democratización, y la canciller italiana, Emma Bonino, estimó que nunca hay razones para alegrarse al ver al ejército en las calles.
Gran Bretaña indicó que no apoya las intervenciones militares en un sistema democrático, pero que trabajará con las autoridades en Egipto. Mientras, China declaró que respetaba la elección del pueblo, y Rusia pidió a las fuerzas políticas de Egipto contención en un marco democrático.
Y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que hace falta restablecer cuanto antes un gobierno civil que refleje las aspiraciones del pueblo egipcio.
Por su parte, los islamistas llamaron a mantener la movilización en Egipto, donde la violencia mató a 25 personas este viernes, "hasta que el presidente sea reintegrado a sus funciones", en un comunicado emitido la noche del viernes al sábado y citado por la agencia noticiosa AFP.
"El partido afirma que se mantendrá, con todos sus miembros y simpatizantes, junto con las multitudes en las plazas (de Egipto) hasta que el presidente sea reintegrado a sus funciones", indicó el Partido de la Libertad y Justicia (PLJ), rama política de los Hermanos Musulmanes, de donde surgió Mohamed Morsi, el mandatario derrocado el miércoles por el ejército.
El mandatario estadounidense, Barack Obama, llamó a las militares a ceder la autoridad rápidamente y de manera responsable a un gobierno civil democráticamente electo.
El canciller alemán, Guido Westerwelle, consideró la intervención de los militares como un fracaso para la democracia y que es urgente que Egipto vuelva cuanto antes al orden constitucional.
El presidente francés, François Hollande, llamó a hacer todo lo posible para reanudar el proceso de democratización, y la canciller italiana, Emma Bonino, estimó que nunca hay razones para alegrarse al ver al ejército en las calles.
Gran Bretaña indicó que no apoya las intervenciones militares en un sistema democrático, pero que trabajará con las autoridades en Egipto. Mientras, China declaró que respetaba la elección del pueblo, y Rusia pidió a las fuerzas políticas de Egipto contención en un marco democrático.
Y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que hace falta restablecer cuanto antes un gobierno civil que refleje las aspiraciones del pueblo egipcio.
Por su parte, los islamistas llamaron a mantener la movilización en Egipto, donde la violencia mató a 25 personas este viernes, "hasta que el presidente sea reintegrado a sus funciones", en un comunicado emitido la noche del viernes al sábado y citado por la agencia noticiosa AFP.
"El partido afirma que se mantendrá, con todos sus miembros y simpatizantes, junto con las multitudes en las plazas (de Egipto) hasta que el presidente sea reintegrado a sus funciones", indicó el Partido de la Libertad y Justicia (PLJ), rama política de los Hermanos Musulmanes, de donde surgió Mohamed Morsi, el mandatario derrocado el miércoles por el ejército.