Yariel Valdés González tiene un profundo deseo. Lo ha acompañado durante 10 meses en dos prisiones de Louisiana.
Es el mismo anhelo con que se entregó a los oficiales de ICE en el Puente de Calexico, en California, el 27 de marzo del 2019.
Es también la aspiración que tuvo en su natal Cuba..., la que lo convirtió en un blanco del régimen y lo hizo víctima -relata- de presiones que alcanzaron a su familia y a sus colegas en la prensa independiente.
Ahora espera -con paciencia en la voz, al menos, "a veces sumido en depresiones, a veces sumido en mucho miedo"- en el River Correctional Center, en Ferriday, muy cerca del río Mississippi, que una corte de apelaciones en Virginia ratifique su caso de asilo político, que ya fue aprobado por un juez.
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"Quiero estar en libertad y escribir en libertad, ese es mi sueño", dice, y tiene muchas esperanzas de que las puertas del país en que ha puesto todas sus esperanzas se le abran, finalmente, de par en par.
Lee también Migrante cubano detenido en EEUU tiene pedido especial para Santa"Yo gané mi caso de asilo político el 18 de septiembre del 2019 debido a la persecución que sufrí en Cuba y todos los problemas que viví y sufrí en carne propia junto a otros colegas (de la prensa independiente) y mi familia por mi trabajo como periodista independiente en Cuba", comenta.
"Continúo detenido porque ICE apeló la decisión del juez, pese a todas las evidencias, todas las declaraciones a mi favor, pese a la horrible situación que están viviendo ahora los periodistas independientes en Cuba. Pese a todo eso, (ICE) decidió apelar la decisión del juez", explica.
Lee también Sigue detenido en Luisiana periodista cubano que ganó caso de asilo político"Ahora estoy casi que en la fase final, pero a veces estoy sumido en mucha depresión, en mucho miedo, por la posibilidad de que sea revertida la decisión del juez. Pero también (tengo) esperanza en el sistema, en la justicia de este país, que realmente espero que ratifique el asilo que ya me fue concedido".
Michael K. Lavers, editor de noticias internacionales de Washington Blade, publicación de la cual Yariel era colaborador, afirma que "ICE no comenta sobre casos específicos por razones de privacidad. Aún así, para mí el caso de Yariel es un poco extraño porque hay muchos informes sobre la situación de los periodistas independienes en Cuba".
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Lavers, quien ha seguido muy de cerca el caso de Yariel, añade: "Yo tengo mi propia experiencia (en Cuba) como periodista. El año pasado fui detenido en el aeropuerto de La Habana cuando traté de entrar al país y casi siete horas después tuve que volver a Miami porque el gobierno de Cuba no me permitió entrar. Mi situación es una entre muchas de las que enfrentan los periodistas en la isla".
Lee también Prohíben entrada a Cuba a periodista de importante revista LGBTI+ de EEUUAmplió que "claramente, si eres periodista independiente en Cuba, vas a tener más problemas con el sistema, con el gobierno y eso es lo que pasó con Yariel, con sus colegas en la isla".
"El gobierno de Estados Unidos documenta esos abusos y el hecho de que ICE no le crea (a Yariel) es algo muy extraño para mí. Esperamos y ojalá y un día reciba una llamada de que Yariel va a salir".
Lee también Juez de EEUU valora conceder asilo a cubano colaborador de revista gayYariel confiesa que para su familia en Cuba, los meses de espera han sido duros.
"He podido convesar con ellos, aunque realmente no muchas veces, no por mucho tiempo, porque los costos a veces son un poco elevados y también por el miedo de que (el régimen) pudiera estar monitoreando, grabando, la llamada. Ellos están muy preocupados por mi situación y yo también a veces me preocupo por ellos".
Lee también Reporte de Human Rights Watch resalta violaciones a los DDHH en CubaSu traslado al River Correctional Center -explica- ha sido un cambio muy positivo. "Hace solo unos días llegué aquí. Estuve muchos meses detenido en un centro en Bossier (Louisiana). Definitivamente, este traslado ha sido un soplo de aire fresco porque las condiciones en este lugar son mucho mejores. Sobre todo, el trato de los oficiales es mucho más amigable, cercano..., nos ven más como lo que somos: seres humanos".
De hecho, subraya, "este lugar está mucho mejor equipado para (lidiar con) casos como el mío y el de otras muchas personas que venimos huyendo de situaciones extremas de violencia, de persecuciones, en sus diferentes países. La alimentación es mucho mejor y hay más opciones de recreación. Realmente, uno se siente como si estuviera en un hotel en comparación con lo que viví en Bossier, que fue una experiencia súper negativa".
Yariel está detenido -cuenta- junto a un grupo de más de 50 inmigrantes provenientes de países como Cuba, Armenia, Camerún, Nepal, Honduras, Guatemala, China...,que también esperan respuesta a sus casos.
Los últimos minutos de la conversación derivan en el tema que le dio inicio:
"Más allá de la libertad que sé que puedo vivir en este país, mi gran sueño es poder ejercer mi profesión en Estados Unidos. Quiero no tener miedo de escribir una palabra, de decir algo, de tomar una fotografía... Quiero trabajar en una prensa libre en un país libre".