La película “Tundra” del director cubano José Luis Aparicio ha sido seleccionada para participar en la 75ª. edición del Locarno Film Festival, uno de los eventos cinematográficos más prestigiosos del orbe que se celebrará del 3 al 13 de agosto.
El Locarno Festival, fundado en 1946, se celebra cada año en la localidad suiza del mismo nombre.
“Es un honor estar en un festival donde se han estrenado muchas de las películas que moldearon mi manera de hacer el cine, donde pasan continuamente directores que han sido las influencias mayores en mi creación. Por eso, sentí que estaba ahí, un poco codeándose, con toda esa cinematografía de calidad suprema, con lo más arriesgado, lo más experimental del mundo de la creación cinematográfica contemporánea”, dijo a Radio Televisión Martí, José Luis Aparicio, desde Alemania.
“Para nosotros es una gran noticia, estar seleccionados para el Festival de Locarno, que es uno de los festivales más importantes del mundo. También uno de los más longevos. Es una gran oportunidad, no solamente para la película, sino también para el grupo de cineastas jóvenes que estamos creando bajo la productora Independiente Estudio ST, que hemos cosechado, los últimos dos años, grandes éxitos, logrando estrenar películas en festivales internacionales, como el de Rotterdam, IDFA (International Documentary Film Amsterdam), Sundance y ahora Locarno, y ganar premios en varios festivales también de categoría, con películas de ficción, documentales, cortos, largometrajes”, indicó.
Con un guión del cineasta y periodista independiente Carlos Melián y las actuaciones de Mario Guerra, Neisy Alpízar, Laura Molina, Jorge Molina y Jorge Enrique Caballero, el corto narra un día de la vida del inspector eléctrico Walfrido Larduet quien emprende en una ciudad pos apocalíptica y enferma la búsqueda de una mujer vestida de rojo, que aparece en sus pesadillas recurrentes.
“Y ni siquiera es una noticia que solamente incumba a “Tundra”, sino también al cine cubano independiente en general, porque esto forma parte de una serie de proyecciones del programa Open Doors de Locarno, que cada tres años se enfoca en una región diferente del planeta”, apuntó el artista.
La sección Open Doors del Locarno Film Festival abrió la convocatoria para su ciclo 2022-2024 dedicado a América Latina y el Caribe.
El ciclo consta de dos programas: Co-production Hub, una plataforma creada para promover la producción y distribución de películas que entregará premios entre 6 y 50 mil dólares y el Producer’s Lab, un taller para ocho productores interesados en avanzar a la escena internacional.
“Seleccionaron tres películas cubanas para estas proyecciones, que son “Tundra”, “Umbra”, de Daniela Muñoz Barroso, que es un cortometraje experimental y “La opción 0” de Marcel Beltrán que es un documental”, detalló nuestro entrevistado.
“Entonces creo que eso habla de la salud y del buen momento que está viviendo el cine cubano independiente, el cine joven cubano, que nosotros estamos intentando llamar ya con la denominación de Nuevo Cine Cubano, porque queremos que haya una serie de obras de autores, de poéticas, de voces que confirman una especie de nueva ola, de resurgir, que está colocando a Cuba de nuevo en la punta de los festivales más importantes y más prestigiosos del mundo del cine de autor”, señaló.
“Entonces creemos que se viven momentos muy, muy importantes que definirían el futuro de la cinematografía nacional alternativa, independiente, no oficial. Entonces hay que aprovecharlo y seguir creando películas y seguir desarrollando nuevos proyectos a través de festivales y de fondos e iniciativas como esta de Locarno Open Doors. Creo que es una especie de clímax, de toda esta buena racha que hemos estado viviendo los últimos tres, cuatro o cinco años”.
Aparicio se desempeña como curador principal del Festival de Cine INSTAR de Cuba, que patrocina el Instituto de Artivismo Hannah Arendt, encabezado por la artista Tania Bruguera.
“Hay dos películas de Estudio ST que nos hablan también de la madurez y de la seriedad de este proyecto de productor independiente”, recalcó.
Nuestro equipo “que está, de alguna forma, junto con otros cineastas como Marcel Beltrán, Rafael Ramírez, Carlos Lechuga, Carlos Quintela, Heidi Hassan, Patricia Pérez y otros muchos que también están tratando de, un poco, de hacer un cine que sea una respuesta, una alternativa, una contracara de esa mirada oficial sobre la isla, sobre los cubanos”.
A inicios del 2020, el oficialista Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) vetó la proyección, en la Muestra Joven, del documental “Sueños al pairo”, sobre el trovador Mike Porcel y de la autoría de Aparicio Ferrera y Fernando Fraguela Fosado.
Lee también Cineasta censurado en Cuba triunfa en dos importantes escenarios del séptimo arte en el mundo“Un cine que también se está reinventando en la diáspora, en varios proyectos, en mirar a la isla desde afuera, mirar al exiliado o mirar a la isla desde adentro, pero desde un extrañamiento, desde un distanciamiento que permite ir más allá de lo que devuelve la realidad de manera superficial o frívola, y poder ser más profundos e indagar realmente en la densidad de las problemáticas de la realidad cubana con un arsenal estético, discursivo, narrativo y temático que nunca se había, digamos, presenciado con este nivel de variedad, de pluralidad en la historia del cine cubano, creo que es un momento muy saludable no solamente por los éxitos sino también por la multiplicidad de miradas, la diversidad en las poéticas. Entonces me parece fenomenal”.
“Me llena de mucho orgullo de felicidad y solamente quisiera agradecer a todo el equipo de personas que me acompañó en el rodaje y en la realización en general de Tundra, a todas las personas que han colaborado para que esta película y otras películas independientes cubanas sean posibles y también al festival de Locarno y al equipo de Open Doors por la selección y muy contento de que llegue a los espectadores en Suiza y del mundo entero, ahora en agosto”.
El crítico de cine Alejandro Ríos, asentado en Miami, consideró que en “Tundra” el director "ha concentrado en 29 minutos viñetas del pánico, de notable refinamiento estético. Hay intriga y desolación en un argumento impredecible con personajes tan empercudidos como la ciudad misma”.
“Tundra universaliza el mal de un sistema social inoperante, sin salida, mediante la convocatoria esmerada de realidad y quimera”, apuntó el crítico.