En California confían en que les ayude a superar una sequía sin precedentes. En Perú declararon emergencia preventiva en antelación a devastadoras inundaciones. Es un motor económico pero también causa recesiones y, posiblemente, propiciará alzas en los precios del café, el chocolate y el azúcar.
Se trata del fenómeno de El Niño y lo más probable es que sea el de mayor dimensión en más de una década, según los meteorólogos. No sólo afecta al clima, sino que altera de distintas formas las vidas y los bolsillos de la gente en diferentes latitudes.
De manera periódica –cada pocos años– ocurre un cambio en los vientos y aumenta la temperatura en las aguas del océano Pacífico. El calentamiento del mar genera una corriente alrededor del ecuador en el Pacífico que interactúa con los vientos y finalmente modifica el clima en todo el mundo.
Australia e India tienen sequías, en tanto que en otras latitudes amainan y las sustituyen las inundaciones. Los huracanes aumentan en el Pacífico y disminuyen en el Atlántico. El invierno se vuelve más benigno y más húmedo en gran parte de Estados Unidos.
Esa elevación de la temperatura empuja el calentamiento global a causa del cambio climático causado por el hombre. Los marineros peruanos nombraron al fenómeno climático El Niño –por el Niño Jesús– debido a que era más evidente cerca de la temporada de Navidad.
El fenómeno implica un aumento de la temperatura en las aguas del océano Pacífico en el litoral peruano, en especial en una zona comprendida entre la superficie y unos 100 metros (330 pies) de profundidad.
A medida que esas aguas se vuelven más calientes y cercanas a la superficie, el clima "se convertirá en un río que cae del cielo", dijo el biofísico Michael Ferraro, director de servicios climáticos para la agricultura de la firma aWhere Inc., en Colorado.
Las cosechas fracasan en algunos lados y prosperan en otros debido a El Niño. La pesca comercial registra alteraciones. Más personas mueren por inundaciones y menos por el frío. Los estadounidenses gastan menos en calefacción durante el invierno. La economía global se altera.
"El Niño no representa el fin del mundo, así que no hay que esconderse debajo de la cama. La verdad es que El Niño puede tener efectos positivos", declaró Mike Halpert, vicedirector del Centro de Predicción del Clima de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, siglas en inglés).
El Niño actual comenzó oficialmente en marzo y continúa ganando fuerza. Si persiste su tendencia actual, debería describírsele como fuerte para principios de agosto, en tanto que alcanzará su mayor auge casi a finales de año y comenzará a extinguirse alrededor de la próxima primavera boreal.
Los meteorólogos afirman que El Niño de ahora parece el de mayor intensidad desde 1997-1998.