La ubicación concedida al pabellón comercial de Estados Unidos, justo al lado del estacionamiento trasero de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV-2015), podría ser un símbolo de la importancia que el gobierno de Raúl Castro le está otorgando a las nuevas relaciones con Washington sugiere el diario USA Today.
El pabellón estadounidense, que ocupa un recóndito lugar dentro de las cinco hectáreas que abarca el recinto ferial, no aparece en los programas o mapas que muestran los stands que representan a más de 70 países.
Durante una serie de discursos para inaugurar la feria el lunes, la única mención de los Estados Unidos se centró en el "bloqueo" , afirma USA Today, y destaca que el periódico oficial Granma solo citó a Kuwait, los Emiratos Arabes Unidos y Puerto Rico, cuando se refirió a los nuevos países que participarían en esta edición de la Feria.
“Tal vez fue sólo coincidencia, tal vez fue simplemente una planificación, pero el pabellón estadounidense fue increíblemente difícil de encontrar”, asegura Alan Gómez, reportero de USA Today establecido en Miami.
Gómez dice que había un montón de señales que guiaban a los visitantes hacia la sección alemana, las lujosas exposiciones venezolanas y el pabellón brasileño, “pero incluso el funcionario del gobierno cubano con que caminaba alrededor no tenía ninguna pista de donde encontrar a los Yankees”.
“Pensábamos que nos estábamos acercando mientras cruzábamos a través de un grupo de pabellones españoles. Después de caminar alrededor de un soporte de asado de cerdo y pasando por debajo de un cartel gigante de un gallo cubano, finalmente lo encontramos, en un edificio que promociona "industrias ligeras", afirmó.
Gómez sugiere que en un régimen como el castrista, caracterizado por usar simbolismos de contenido político, el sitio concedido al pabellón estadounidense podría ser premeditado.
“¿Cuál fue el mensaje detrás de colocar las decenas de empresas estadounidenses que llegaron a Cuba tratando de explorar nuevas oportunidades de comercio justo al lado del estacionamiento trasero de la Feria?”, se preguntó.
Para el empresario cubanoamericano, Gustavo Arnavat el mensaje está claro: “a la cola”.
Arnavat, formó parte de una delegación de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que participó en una reunión con su contraparte cubana para mostrar el interés de las empresas norteamericanas tras la nueva política de EEUU hacia Cuba, explica USA Today.
Arnavat dijo al diario que los cubanos se han mantenido prudentes, destacando que su relación con Estados Unidos no puede ser totalmente normalizada mientras el embargo económico sobre Cuba permanezca en su lugar.
Para el empresario cubanoamericano, al demostrar cómo muchos otros países están dispuestos a negociar con Cuba, las autoridades cubanas están también tratando de dejar en claro que se niegan a ser totalmente dependientes de la inversión estadounidense.
"Ellos están diciendo: sólo porque usted representa a la economía más grande del mundo no significa que no vamos a fijarnos en otros países," dijo Arnavat, quien se ha desempeñado como director ejecutivo de los Estados Unidos en el Banco Interamericano de Desarrollo.
Your browser doesn’t support HTML5