Una obra sobre el destierro de los cubanos, que se mete en las vivencias y se cuela en las alegrías y en las tristezas de esos espacios
Diario de Cuba acaba de publicar un largo poema de Orlando Rodríguez, Rossardi, titulado Isla afuera, el cual forma parte del libro en vías de publicación TOTALIDAD y tiene como antecedente el extenso poema del autor cubano Virgilio Piñera, La isla en peso, pero si el de Piñera se centra isla adentro, mientras el de Rosardi se centra en el exilio o los exilios que ha vivido y vive una parte fundamental de la nación antillana.
Rossardi ha sido profesor en las universidades de Texas, New Hampshire, Wisconsin, y en el Miami-Dade College, y ha impartido clases en la Universidad Complutense de Madrid y en los cursos de verano del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Real Academia Española de la Lengua en Málaga, España. Es poeta, ensayista y dramaturgo y, hasta enero del 2005, dedicó veinte años de su vida a las transmisiones hacia Cuba de Radio Martí y TV Martí.
Ha escrito extensamente sobre literatura española e hispanoamericana y en particular sobre drama y poesía, y ha brindado innumerables conferencias y publicado su obra de creación y ensayística en revistas profesionales y literarias de España, Hispanoamérica y Estados Unidos. El libro de Jorge Luis Arcos Las palabras son islas (Letras Cubanas, 1999) acredita que el primer intento por romper la mutua exclusión a la que sometían a los lectores las antologías de poesía cubana de ambas orillas, fue el tomo de nuestro autor La última poesía cubana. Antología reunida (1959-1973) publicado en Madrid en 1973.
Rossardi ha sido colaborador de los tomos El Español en los Estados Unidos (2008) y del Diccionario de Americanismos (2010), ambos de la Editorial Santillana. Dos de sus últimos títulos Casi la voz (2009) y Canto en la Florida (2010) han sido publicados por Aduana Vieja, en Valencia, España. Es miembro del PEN de Escritores Cubanos del Exilo, miembro de Número de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y Correspondiente de la Real Academia Española.
Ya en una entrevista que hiciéramos a Rossardi, en exclusiva para esta MartiNoticias, con motivo de la publicación del plaquette Canto en la Florida, hablaba de un tito de proyecto literario que lo acerca al relato, en esa ocasión hablaba de un largo poema en prosa al estilo de Tiempo y Espacio, esos largos poemas en prosa escritos por Juan Ramón Jiménez, precisamente en su estancia en Coral Gables, aquí en La Florida. El poema, ya publicado, lleva el título Fundación del centro y se trata de la historia, o la intrahistoria que llamaría Unamuno, de uno mismo, del centro de uno mismo.
Aseguraba el poeta: “Al mismo tiempo pudiera ser una especie de biografía que trae al cuento todos las ciudades en las que he vivido, o por las que he pasado y que son muchas. También las que en sueños he visitado. Es un largo juego entre el lenguaje y el inconsciente, algo como contar vida y sueño al mismo tiempo, porque no podemos olvidar que soñar es imaginar el símbolo (y hay muchos símbolos sueltos en el poema en prosa que escribo) y contar el sueño es simbolizar la imagen. Así ese poema es una gran imagen”.
Preguntado en esta ocasión, con motivo de la publicación de Isla afuera, acerca de que si esa vocación suya por los poemas largos no lo hace, inserto en la tradición de las crónicas de la conquista, un prosista que escribe en poemas, el poeta nos contestó: “En verdad el poema largo que mencionas no es propiamente lo que más aparece en mi obra. Yo creo que esa extensión viene como parte del "tema" que aborda el poema. En el caso de Canto en la Florida, como se puede comprobar, los poemas no pasan de los once versos. Menos el último del cuaderno, Epitafio, todos son pequeños y la circunstancia de los once versos es una especie de recordatorio de la fecha de once de septiembre, cuando se produce el horrible ataque terrorista a las torres gemelas de Nueva York.
El poema sostenido, de "largo alcance" es parte de Fundación del centro, en este caso poema en prosa, casi un relato o crónica, como apuntas, porque se trata de ir contando asuntos de mi vida, de ir dejando constancia de mi paso por aquellos sitios donde he disfrutado o he llorado, y claro, esta especie de diario necesita espacio, requiere varias cuartillas para su formación”.
Luego, cuestionado sobre la relación de continuidad que hay entre sus poemas Canto en la Florida, Fundación del centro e Isla afuera, Rossardi dijo:
“La continuidad reside en que los temas recogidos en las "plaquettes" y en el poema Isla afuera, tratan del exilio. La Florida es el espacio fundamental de Canto en la Florida, con especial atención en aquellos lugares donde se ha construido nuestra historia exiliada y que son ya parte de una memoria vital cubana. Fundación del centro, recorre esos mismos sitios y parajes y otros lugares en que realidad y fantasía viven intercambiando papeles. El poema Isla afuera parte del envión emotivo que dejó el gran poema de Virgilio Piñera La isla en peso. Al releerlo repasamos, en sus versos, nuestra historia cubana de los años cuarenta y cincuenta, además de entender, entre líneas, su profético mensaje. Mi poema, construido a mi manera y con mis propias herramientas poéticas, trata del exilio y de los exilios padecidos por los cubanos, se mete en las vivencias nuestras y se cuela en las alegrías y en las tristezas de esos espacios”.
Rossardi ha sido profesor en las universidades de Texas, New Hampshire, Wisconsin, y en el Miami-Dade College, y ha impartido clases en la Universidad Complutense de Madrid y en los cursos de verano del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Real Academia Española de la Lengua en Málaga, España. Es poeta, ensayista y dramaturgo y, hasta enero del 2005, dedicó veinte años de su vida a las transmisiones hacia Cuba de Radio Martí y TV Martí.
Ha escrito extensamente sobre literatura española e hispanoamericana y en particular sobre drama y poesía, y ha brindado innumerables conferencias y publicado su obra de creación y ensayística en revistas profesionales y literarias de España, Hispanoamérica y Estados Unidos. El libro de Jorge Luis Arcos Las palabras son islas (Letras Cubanas, 1999) acredita que el primer intento por romper la mutua exclusión a la que sometían a los lectores las antologías de poesía cubana de ambas orillas, fue el tomo de nuestro autor La última poesía cubana. Antología reunida (1959-1973) publicado en Madrid en 1973.
Rossardi ha sido colaborador de los tomos El Español en los Estados Unidos (2008) y del Diccionario de Americanismos (2010), ambos de la Editorial Santillana. Dos de sus últimos títulos Casi la voz (2009) y Canto en la Florida (2010) han sido publicados por Aduana Vieja, en Valencia, España. Es miembro del PEN de Escritores Cubanos del Exilo, miembro de Número de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y Correspondiente de la Real Academia Española.
Ya en una entrevista que hiciéramos a Rossardi, en exclusiva para esta MartiNoticias, con motivo de la publicación del plaquette Canto en la Florida, hablaba de un tito de proyecto literario que lo acerca al relato, en esa ocasión hablaba de un largo poema en prosa al estilo de Tiempo y Espacio, esos largos poemas en prosa escritos por Juan Ramón Jiménez, precisamente en su estancia en Coral Gables, aquí en La Florida. El poema, ya publicado, lleva el título Fundación del centro y se trata de la historia, o la intrahistoria que llamaría Unamuno, de uno mismo, del centro de uno mismo.
Aseguraba el poeta: “Al mismo tiempo pudiera ser una especie de biografía que trae al cuento todos las ciudades en las que he vivido, o por las que he pasado y que son muchas. También las que en sueños he visitado. Es un largo juego entre el lenguaje y el inconsciente, algo como contar vida y sueño al mismo tiempo, porque no podemos olvidar que soñar es imaginar el símbolo (y hay muchos símbolos sueltos en el poema en prosa que escribo) y contar el sueño es simbolizar la imagen. Así ese poema es una gran imagen”.
Preguntado en esta ocasión, con motivo de la publicación de Isla afuera, acerca de que si esa vocación suya por los poemas largos no lo hace, inserto en la tradición de las crónicas de la conquista, un prosista que escribe en poemas, el poeta nos contestó: “En verdad el poema largo que mencionas no es propiamente lo que más aparece en mi obra. Yo creo que esa extensión viene como parte del "tema" que aborda el poema. En el caso de Canto en la Florida, como se puede comprobar, los poemas no pasan de los once versos. Menos el último del cuaderno, Epitafio, todos son pequeños y la circunstancia de los once versos es una especie de recordatorio de la fecha de once de septiembre, cuando se produce el horrible ataque terrorista a las torres gemelas de Nueva York.
El poema sostenido, de "largo alcance" es parte de Fundación del centro, en este caso poema en prosa, casi un relato o crónica, como apuntas, porque se trata de ir contando asuntos de mi vida, de ir dejando constancia de mi paso por aquellos sitios donde he disfrutado o he llorado, y claro, esta especie de diario necesita espacio, requiere varias cuartillas para su formación”.
Luego, cuestionado sobre la relación de continuidad que hay entre sus poemas Canto en la Florida, Fundación del centro e Isla afuera, Rossardi dijo:
“La continuidad reside en que los temas recogidos en las "plaquettes" y en el poema Isla afuera, tratan del exilio. La Florida es el espacio fundamental de Canto en la Florida, con especial atención en aquellos lugares donde se ha construido nuestra historia exiliada y que son ya parte de una memoria vital cubana. Fundación del centro, recorre esos mismos sitios y parajes y otros lugares en que realidad y fantasía viven intercambiando papeles. El poema Isla afuera parte del envión emotivo que dejó el gran poema de Virgilio Piñera La isla en peso. Al releerlo repasamos, en sus versos, nuestra historia cubana de los años cuarenta y cincuenta, además de entender, entre líneas, su profético mensaje. Mi poema, construido a mi manera y con mis propias herramientas poéticas, trata del exilio y de los exilios padecidos por los cubanos, se mete en las vivencias nuestras y se cuela en las alegrías y en las tristezas de esos espacios”.