La opositora cubana, Martha Beatriz Roque, restó importancia este miércoles a la salida del gobierno de Raúl Castro, tras la designación de un nuevo presidente del Consejo de Estado.
“Cambios no hay, sigue la misma situación. Cuando digo no hay, no hay para bien. Aquí se gobierna detrás de las bambalinas”, dijo Roque a Martí Noticias en entrevista telefónica desde La Habana.
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La Asamblea Nacional del Poder Popular aceptó este miércoles la nominación de Miguel Díaz-Canel, como presidente del Consejo de Estado, y sus 605 miembros deben votar mañana para escoger a los 31 candidatos propuestos para igual número de asientos en ese órgano de gobierno.
“La Asamblea Nacional se queda como estaba, así que no hubo ningún cambio. Y es hasta una bobería la votación porque ahí no se vota nada. Nada más que hay una candidatura y un solo candidato”, subrayó Roque.
Roque dijo que en Cuba hay solo dos jefes: El coronel Alejandro Castro Espín, hijo de Raúl, que controla las Relaciones Exteriores y las Fuerzas Armadas y su ex yerno, el general Luis Alberto Rodríguez Callejas, que controla la economía.
“Es decir que todo está bien distribuido y que nadie va a hacer nada porque, sencillamente, nadie puede hacer nada”, subrayó.
Desde Santiago de Cuba, José Daniel Ferrer, dirigente de la Unión Patriótica de Cuba, (UNPACU) criticó fuertemente la votación de la Asamblea.
Mientras, la opositora Rosa María Payá, dirigente del Proyecto Cuba Decide, dijo en su cuenta de Twitter que la Asamblea Nacional funciona como una teatro con 605 actores.
El coordinador del proyecto independiente Estado de Sats, Antonio Rodiles, también criticó lo ocurrido en la sesión de la Asamblea Nacional:
La economista Karina Gálvez Chiu, dirigente del Centro de Estudios Convivencia de Pinar del Río, expresó, sin embargo, su optimismo tras la nominación de Díaz-Canel “porque algunos tienen que marcar su estadía en el gobierno. Tiene que ponerle un sello a su gobierno, entonces algún cambio va a haber”.
“Yo tengo muchas esperanzas. Es algo diferente. Yo no soy ingenua, pero sí una persona optimista y tengo esperanzas de que algo puede cambiar en Cuba”, dijo Gálvez, quien en septiembre de 2017 fue condenada a tres años de limitación de libertad y el comiso de su vivienda (que servía de sede a Convivencia) bajo cargos de evasión fiscal.
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“Y me alegra mucho que la mayoría del Consejo de Estado son civiles, personas más jóvenes, y como quiera que sea la mentalidad debe ser diferente”, afirmó la activista.
(Escrito por Pablo Alfonso, con información de Radio Martí y las redes sociales)