La terrible realidad del VIH causante de la enfermedad conocida como Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA) vuelve a centrar la atención de especialistas e instituciones de todo el mundo este 1 de diciembre, Día Mundial del SIDA, en un año marcado también por el azote de otro peligroso virus, el COVID-19.
ONUSIDA, una formación creada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para atender todo lo concerniente a esta enfermedad, ha emitido un comunicado en esta fecha para llamar la atención acerca de las dificultades que afrontan los pacientes de VIH en todo el mundo al encontrarse, siendo el SIDA una enfermedad inmunodepresora, a merced de un virus oportunista como el catalogado COVID-19.
Al respecto, Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA, se ha pronunciado de manera tajante acerca de la responsabilidadde los líderes mundiales en esta riesgosa situación.
“El fracaso colectivo”, señala Byanyima , “para invertir lo suficiente en respuestas integrales, basadas en los derechos y centradas en las personas ha tenido un precio terrible”; asegura la directora de ONUSIDA quien más adelante se refirió a las medidas adoptadas tanto contra COVID-19 como contra el VIH.
“La implementación de los programas políticamente más aceptables no cambiará en rumbo contra COVID-19 ni acabará con el SIDA”, aseguró, “Para volver a encarrilar la respuesta mundial, será necesario poner a las personas en primer lugar y abordar las desigualdades en las que prosperan las epidemias”, afirmó Byanyima.
De acuerdo con el comunicado de ONUSIDA, la pandemia de coronavirus ha complicado la situación de los pacientes de VIH, que prácticamente no pueden acceder a sus tratamientos o visitar a los especialistas a causa de las limitaciones impuestas por el COVID-19 y, de paso, también señala puntos tan sensibles como “la desigualdad y el estigma” de que son víctimas por portadores del VIH.
Por su parte, la ONU ha llamado la atención acerca de que, debidio a los efectos de la pandemia de coronavirus, para el 2022, de acuerdo a los modelos de estudio, podría darse un aumento de los casos infectados de SIDA, que oscilarían entre 123.000 y 293.000 con un aproximado de entre 69.000 y 148.00 defunciones relacionadas con las dificultades para atender a los pacientes de SIDA durante el COVID-19.
En estos momentos, unos 38 millones de personas viven en el planeta afectadas por el VIH y alrededor de unos 26 millones tienen acceso a la terapia antirretroviral. Según los datos aportados por la ONU, en 2019 fallecieron 690.000 a causa de enfermedades relacionadas con el SIDA.
(Redactado con información de la VOA)