El científico cubano Ariel Ruiz Urquiola depuso este viernes la huelga de hambre y sed que mantenía desde hace cinco días frente a las oficinas de la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en Ginebra, Suiza, al lograr su demanda de ser escuchado ante esa organización.
Ruiz Urquiola se presentará en una reunión del pleno del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas el 30 de junio, dijo al periodista Tomás Cardoso la coordinadora de Cuba Decide, Rosa María Payá, y confirmó luego el propio Ariel.
En un breve intercambio telefónico tras la noticia, Ruiz Urquiola agradeció al equipo de Cuba al Día, de Radio Martí, que dio cobertura a su protesta desde el primer día. "Viva Cuba libre y democrática. El cambio está en todos nosotros, sus ciudadanos, sin distinciones de ningún tipo", afirmó.
El científico dijo que su protesta, y su denuncia ante la ONU, incluyen a cada cubano, los de dentro de la isla y los que han sido obligados a emigrar, y también a todos los que ya no están, "que no son pocos".
"Esto ha sido una gran victoria", dijo Payá. Según la activista, Ruiz Urquiola acaba de recibir una carta que lo acredita, en lugar de la organización no gubernamental Observadores de Naciones Unidas para hablar, "tal y como era su demanda, en el pleno del Consejo de Derechos Humanos, sin intermediarios".
Payá explicó que no es hasta el próximo lunes que se hace pública la lista de los oradores en el pleno, por lo que Ruiz Urquiola ha insistido en que depone su huelga hasta ese día, "porque cree en la buena voluntad de todas las personas que lo están acompañando y que han hecho este registro".
El científico se encontraba ya en un estado avanzado de deshidratación debido al ayuno prolongado, que incluyó, además, dejar de tomar sus medicamentos. Ruiz Urquiola es paciente de VIH y ha denunciado que el régimen cubano le inoculó el virus, un hecho que pretende denunciar ante Naciones Unidas como "un crimen de lesa humanidad".
Ruiz Urquiola fue condenado en mayo de 2018 a un año de prisión por el delito de “desacato”, después que usara la expresión “guardia rural” para referirse a guardias forestales subordinados al Ministerio del Interior. Ha dicho tener pruebas médicas que demuestran que el régimen cubano le inoculó el VIH mientras se encontraba ingresado en la sala de reclusos del Hospital Provincial Abel Santamaría, en Pinar del Río.
Payá recordó que este crimen no solo ha sido cometido contra Ariel, sino también contra su hermana Omara Ruiz Urquiola, paciente de cáncer, a quién "le han administrado placebo en lugar de su inmunoterapia".
