Los analistas electorales estadounidenses hablan mucho de la “sorpresa de octubre”. Hablan de la misma en tono casi místico. Hay algunos que creen que es determinante en quien gana y quien pierde las elecciones. Hay otros que dicen que su efecto es exagerado.
Casi siempre la “sorpresa de octubre” tiene algo que ver con lo que dicen o hacen los candidatos. En 1972, el entonces presidente Richard M. Nixon, a dos semanas de las elecciones, anunció que los que negociaban la paz a la guerra de Vietnam habían llegado a un acuerdo.
De nuevo, muchos dicen que eso ayudó a que Nixon barriera las elecciones y derrotara por uno de los mayores márgenes en la historia al candidato demócrata, el Sen. George McGovern. Por supuesto que otros dicen que la elección ya estaba decidida y que el anunció no fue más que el puntillazo final.
Así podemos ir narrando las “sorpresas de octubre” en las elecciones de ese año a la fecha. Hace semanas que los expertos se preguntaban cuál sería esa sorpresa este año.
Ya lo sabemos. Se llama Sandy, un enorme huracán que azota desde principios de semana a la costa este de Estados Unidos – desde Carolina del Norte hasta Maine. Dicen que afectará a 60 millones de estadounidenses; que dejará a muchos sin servicio eléctrico por varios días.
Desde el fin de semana vemos las preparaciones y los servicios que han cerrado sus puertas para prevenir mayores daños durante esta tormenta llamada por algunos como Frankhuracán.
Sabemos el efecto que ha tenido hasta ahora. El transporte público en Nueva York se suspendió el domingo en la noche. En la capital del mundo han evacuado a más de 325,000. La bolsa de valores no abrió ni lunes ni martes. El gobierno federal les dio el día libre a sus empleados en Washington, D.C.
El Presidente Obama canceló eventos de campaña el lunes y martes para atender cuestiones de emergencia causadas por Sandy. El ex gobernador y candidato presidencial republicano Mitt Romney también canceló sus eventos de campaña el lunes y martes como forma de respetar a los que son afectados por la tormenta.
Tambiénsabemos que las cifras oficiales del desempleo que debían darse a conocer el viernes no van a estar a tiempo.
En fin, la sorpresa de octubre en estas elecciones ha causado un caos general en las mismas. Lo único que no sabemos que a cuál de los dos candidatos lo que ocurre va a beneficiar.
Hay quienes dicen que el presidente está en una posición única. Sólo hay un presidente y sólo él puede demostrar su destreza como gobernante en un momento de crisis nacional en una gran parte del país. Ellos dicen que Sandy ayuda al presidente.
Por otra parte, hay los que dicen que al interrumpir el voto adelantado por varios días en estados como Carolina del Norte, Virginia y Connecticut, esto beneficia a Romney ya que los demócratas tienen una súper maquinaria para sacar a sus partidarios a votar por adelantado.
A fin de cuentas, sabemos que hay una sorpresa electoral en octubre. Pero la realidad es que nadie sabe a ciencias ciertas a esta altura a quien beneficiará.
Se llama Sandy, un enorme huracán que azota desde principios de semana a la costa este de Estados Unidos – desde Carolina del Norte hasta Maine.