"Honramos la memoria de casi 4.500 estadounidenses que realizaron el supremo sacrificio para dar a los iraquíes la posibilidad de definir su propio destino."
A 10 años del inicio de la guerra en Irak, Barack Obama rindió tributo este martes al "sacrificio" de los soldados estadounidenses, sin hacer referencia a las víctimas civiles ni a la decisión de su predecesor George W. Bush de invadir el país, a la que se había opuesto con vehemencia.
"Honramos la memoria de casi 4.500 estadounidenses que realizaron el supremo sacrificio para dar a los iraquíes la posibilidad de definir su propio destino luego de muchos años difíciles", afirmó el mandatario en un comunicado.
"Estados Unidos continuará actuando junto a sus aliados iraquíes en favor de nuestros intereses comunes de paz y seguridad", agregó, en momentos en que Irak enfrenta una aguda crisis política y es víctima de actos de violencia intermitentes, como el que este martes mató al menos a 52 personas, dejando heridas a más de 170.
Interrogado por el desencadenamiento de las hostilidades, el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney estimó que "los historiadores evaluarán las decisiones políticas que fueron tomadas por la administración que gobernaba entonces".
En otro comunicado, el secretario de Defensa, Chuck Hagel saludó al conjunto de las víctimas del conflicto. "Pensamos también en los iraquíes, soldados y policías que murieron junto a los nuestros, los hombres y mujeres que fueron sorprendidos en un tiroteo y quienes se esfuerzan todavía hoy por hacer seguro y gobernar a su país", dijo.
"Honramos la memoria de casi 4.500 estadounidenses que realizaron el supremo sacrificio para dar a los iraquíes la posibilidad de definir su propio destino luego de muchos años difíciles", afirmó el mandatario en un comunicado.
"Estados Unidos continuará actuando junto a sus aliados iraquíes en favor de nuestros intereses comunes de paz y seguridad", agregó, en momentos en que Irak enfrenta una aguda crisis política y es víctima de actos de violencia intermitentes, como el que este martes mató al menos a 52 personas, dejando heridas a más de 170.
Interrogado por el desencadenamiento de las hostilidades, el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney estimó que "los historiadores evaluarán las decisiones políticas que fueron tomadas por la administración que gobernaba entonces".
En otro comunicado, el secretario de Defensa, Chuck Hagel saludó al conjunto de las víctimas del conflicto. "Pensamos también en los iraquíes, soldados y policías que murieron junto a los nuestros, los hombres y mujeres que fueron sorprendidos en un tiroteo y quienes se esfuerzan todavía hoy por hacer seguro y gobernar a su país", dijo.