Fernández salió triunfador en las elecciones de mayo pasado sobre su contrincante el presidente saliente Hipólito Mejías.
Gobernantes de muchos países latinoamericanos asistieron a la ceremonia de asunción del mando llevada a cabo en la ciudad capital, Santo Domingo.
En su discurso, el nuevo mandatario prometió sacar al país de su peor crisis económica en décadas. Durante los últimos cuatro años República Dominicana se ha visto bajo un severo incremento en los niveles de desempleo, una inflación del 60% y una acumulación de deuda externa de alrededor de siete mil millones de dólares.
El nuevo presidente tomó juramente en presencia de más de 15 dignatarios internacionales, con los cuales se espera realice hoy mismo una reunión para discutir los temas de la pobreza, la deuda externa y la posibilidad de establecer acuerdos comerciales.
El encuentro para esta reunión está pautado a realizarse en el Palacio Nacional con la asistencia de sus colegas de Brasil, Centroamérica y el Caribe.
El Presidente Fernández declaró que para contrarrestar la percepción negativa sobre la capacidad de pago del país e impedir consecuencias “nefastas” para la República Dominicana, su administración procederá de inmediato a reestructurar su deuda externa en consistencia con los criterios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Club de París, lo que le permitiría a la nación caribeña un alivio en la carga del cumplimiento de sus obligaciones financieras internacionales.