Cuba anunció recientemente que ya trabaja en la redacción de un nuevo Código de Familia que deberá concluirse en un plazo de dos años y será sometido a consulta popular y referendo. El documento final debe especificar quiénes pueden contraer matrimonio, un tema que aviva el debate nacional sobre el matrimonio igualitario.
La legalización de las uniones de personas del mismo sexo estaba contemplada inicialmente en el artículo 68 del proyecto de Reforma Constitucional, donde se redefinía como la "unión voluntariamente concertada entre dos personas con aptitud legal para ello”.
Lee también Nueva constitución en Cuba: artículos "en piedra" y mutaciones en derechos y economíaEl intento por incluir este nuevo concepto fue una de las propuestas más polémicas entre los cambios a la Carta Magna de 1976 y generó encarnizados debates y manifestaciones a favor y en contra.
Cuando para frustración de muchos y tranquilidad de otros fue sacado del mapa legislativo por decisión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), adelantó que sería un asunto del Nuevo Código de Familia.
Lee también Eliminación del artículo sobre matrimonio gay desata controversia en CubaEntonces la hija del general Raúl Castro hizo un llamado a los activistas por los derechos LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales ) a cerrar filas “para lograr un Código de Familia tan avanzado como el nuevo texto constitucional”.
La nueva Constitución de Cuba aprobada el 24 de febrero de 2019, establece que toda persona tiene derecho a fundar una familia y también reconoce a las uniones afectivas, ya sea por vínculos jurídicos o de hecho. Además menciona al matrimonio como una forma más de organización de las familias.
Pero el Código de Familia vigente limita el reconocimiento del matrimonio a las personas heterosexuales, pues lo define como “la unión voluntariamente concertada de un hombre y una mujer con actitud legal para ello a fin de hacer vida en común”.
El texto, que sí hace marcada distinción de género, autoriza a formalizar matrimonio entre “la hembra y el varón mayores de 18 años de edad”. Pero excepcionalmente permite casamientos entre menores de 18 años “siempre que la hembra tenga, por lo menos, 14 años cumplidos y el varón 16 años, también cumplidos”.
Cuando cita obstáculos a la formalización de un matrimonio, el código actual no hace referencia a las uniones de homosexuales, sólo especifica que no podrán contraer matrimonio “los que carecieren de capacidad mental para otorgar su consentimiento; los unidos en matrimonio formalizado o judicialmente reconocido; las hembras menores de 14 años y los varones menores de 16 años; los parientes en línea directa, ascendente y descendente; y los hermanos de uno o doble vínculo; el adoptante y el adoptado; el tutor y el tutelado; los que hubiesen sido condenados como autores, o como autor y cómplice de la muerte del cónyuge de cualquiera de ellos”.
El pedido de la comunidad LGBTI de que se formalice el matrimonio gay no es un mero reclamo de igualdad social sino que encierra numerosos aspectos de orden práctico, como es el reconocimiento de los bienes en común, salarios, jubilaciones, pensiones, y en el caso de las separaciones y los fallecimientos, el derecho a los bienes.
Sobre estos beneficios Juana Mora Cedeño, presidenta de la organización defensora de la comunidad LGBTI Arcoiris Libre de Cuba, amplía:
“Hay varios derechos en juego, el derecho al patrimonio, a que la gente se ame y haga la unión que quiera, el derecho a la pensión si la pareja muere, a recibir los bienes que la pareja tuvo en común. Como no hay matrimonio, no hay un derecho que la ampara, uno se muere y la pareja se queda sin nada. También está el derecho a tener familia reconocida y a la reproducción asistida, que muchas lesbianas y transgéneros están solicitando para tener hijos".
Otro Código de Familia, otra oportunidad
Que este texto sea sometido a referendo es una buena idea porque el voto popular le daría legitimidad “siempre que los cubanos sean honestos”, opinó el abogado Alberto Méndez Castelló en el programa Hoy en Cuba de Radio Martí.
“Es momento de que los cubanos se desprendan de los antifaces y digan las cosas que tienen que decir”, apuntó el jurista, quien ve en la redacción del nuevo texto otro momento para fomentar la discusión sobre la legalización del matrimonio gay.
También el periodista Francisco Rodríguez Cruz, autor del blog Paquito el de Cuba y una de las voces más sobresalientes del activismo LGBTI en la isla, cree que las discusiones del nuevo Código de Familia traerán una oportunidad inmediata para “mantener el tema de los derechos de las personas LGBTI en el centro del debate ciudadano”.
Y sobre la coyuntura de impulsar de una vez la causa del matrimonio gay el bloguero anticipó: “No va a ser fácil, por supuesto. Las mismas fuerzas retrógradas que nos atacaron en esta ocasión lo harán otra vez, quizás incluso con más fuerza y organización”.
La líder de Arcoiris Libre no tiene confianza en que el matrimonio igualitario pueda darse en Cuba.
“En este minuto nosotros sabemos que llevar a referendo eso... es muy difícil que la gente diga que sí. Y yo pienso, como pensamos todos, que los derechos no se llevan a referendo, ni se llevan a consulta popular, porque eso es perder el tiempo”, declaró Mora Cedeño, quien reconoce que en la isla ha habido un gran avance en cuanto al activismo, sobre todo porque desde Internet se ha logrado educar a más personas sobre los derechos de los LGBTI.
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“Cuba es un país machista, la sociedad cubana es machista, por ende el gobierno es machista, es heterosexista y tenemos también como enemigo o contrarios a los fundamentalistas religiosos, que son bastante fuertes en Cuba. Han salido e inmediatamente sacaron el artículo 68 del proyecto de Constitución”.
Sobre la posibilidad de que el matrimonio igualitario quede contemplado en el Nuevo Código de Familia, Mora Cedeño fue tajante: “Pensamos que la respuesta va a ser no”.
La Alianza Afro-Cubana es un grupo independiente que aboga por los derechos de las personas afrodescendientes y de la comunidad LGBTIQ+, su director, Raúl Soublett, coincide con el resto de los activistas al apuntar a los religiosos como el mayor impedimento.
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"Tenemos de obstáculo a la Iglesia. Todo lo que está generando la Iglesia en contra de ese derecho. Estoy hablando de la Iglesia Protestante, la evangélica, metodista. Ya no lo están haciendo con esa fuerza como al inicio en el debate, pero sé que, dentro de sus iglesias, en sus cultos, siguen tocando el tema, y cuando empiece la consulta van a seguir tocando el tema. De hecho, deben estar preparándose ...", señaló.
Ganar tiempo
Para Joe Cardona, que mantine el pulso de la comunidad LGBTI en Cuba desde su programa Arcoiris en Radio Martí, el anuncio de un nuevo Código de Familia es un simple juego con el que La Habana en realidad busca ganar terreno y favores políticos con el tema gay.
“Están tratando de ganar tiempo, que es lo que se ve mucho con el régimen de Cuba, postergar el (artículo) 68 es ganar dos años más de tiempo y mantener a la comunidad internacional con la visión de que Cuba está dando pasos progresistas hacia el futuro y abriendo la sociedad cubana”, comentó Cardona en el Noticiero de Televisión Martí.
El periodista recordó la desigual batalla que libró la comunidad LGBTI de Cuba para tratar de impulsar en el proyecto constitucional el tema del matrimonio igualitario.
“En realidad, durante la campaña se permitió hacer propaganda a los grupos religiosos y no a la comunidad LGBTI”, apuntó Cardona.
“El gay cubano no deja de ser un ciudadano cubano, por eso no hablemos de los derechos de una comunidad sino de los derechos del pueblo cubano”, recordó el conductor de Arcoiris.
El periodista independiente Yosmany Mayeta también cree que aún cuando el matrimonio igualitario logre aparecer en el texto del nuevo Código de Familia, la gente reaccionará igual que con el texto de la reforma constitucional: “La respuesta va a ser la misma, no aceptar, y si llega a un referendo, van a votar para que gane el No y para que el Código de Familia tenga que ser desechado”.
Este joven santiaguero recuerda que la homofobia en Cuba está entronizada desde hace años desde las estructuras del Estado, que ha excluido, discriminado, perseguido y castigado a los homosexuales.
“El obstáculo principal de la comunidad LGBTI lo representa el machismo y la homofobia comunista que ha instaurado el gobierno de los Castro", concluyó.
[Redactado por Isabel Espronceda a partir de entrevistas realizadas por Ivette Pacheco, Tomás Cardoso, Karen Caballero y Alfredo Jacomino de Radio y Televisión Martí]