Aleksei Navalny, uno de los más importantes opositores al líder ruso Vladimir Putin, se debate entre la vida y la muerte en una unidad de cuidados intensivos de un hospital en Siberia en lo que se sospecha se trata de un caso de envenenamiento.
El activista anticorrupción de 44 años "todavía está conectado a un ventilador. Está en coma en estado grave. Aún no hay resultados de las pruebas", tuiteó Kira Yarmysh el 20 de agosto.
Navalny se sintió mal durante un vuelo de regreso a Moscú desde la ciudad siberiana de Tomsk, lo que obligó a la aeronave a realizar un aterrizaje no programado en Omsk, también en Siberia, donde fue trasladado en ambulancia a un hospital.
El político fue envenenado después de beber una taza de té que había comprado en el aeropuerto de Tomsk.
"Suponemos que Aleksei fue envenenado con algo mezclado con el té. Fue lo único que bebió en la mañana. Los médicos dicen que la toxina se absorbió más rápido a través del líquido caliente", dijo Yarmysh.
Anatoly Kalinichenko, médico del Hospital de Emergencias N ° 1 de Omsk donde está Navalny, dijo a los periodistas que el opositor está en condición grave pero estable, y que los médicos estaban trabajando para "salvarle la vida".
Sin embargo, agregó que no está seguro de que el envenenamiento haya sido la causa y que se consideraron varios diagnósticos a medida que se realizan las pruebas.
Pero Yarmysh se quejó de que los médicos "obviamente no dicen lo que saben", y agregó que el hospital estaba lleno de policías.
"El hospital ya tiene más policías que médicos. Acaba de llegar el Comité de Investigación", dijo.
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El Kremlin dijo que tenían conocimiento de que el mayor opositor de Putin estaba enfermo y que le deseaban lo mejor, pero que no existía evidencia que respalde las alegaciones de que fue envenenado.
La agencia estatal de noticias TASS citó a una fuente que asegura que el opositor fue ingresado en el hospital con un diagnóstico preliminar de "envenenamiento agudo con psicodislépticos".
Su médico, Yaroslav Ashikhmin, alertó que "necesita ser evacuado a Europa" para recibir tratamiento.
"Estamos tratando de llegar a un acuerdo con un hospital en Hannover o Estrasburgo", declaró el doctor quien añadió que las clínicas occidentales tenían más posibilidades de encontrar la sustancia que pudo haber causado el presunto envenenamiento.
Navalny, un acérrimo crítico del presidente Vladimir Putin, ha expuesto la corrupción desenfrenada en Rusia. Ha sido encarcelado varias veces en los últimos años, se le impidió postularse para presidente y se le bloqueó una candidatura a la alcaldía de Moscú.
En julio de 2019, a Navalny se le impuso una pena de cárcel de 30 días por convocar protestas no autorizadas. Durante esa detención se enfermó con una hinchazón severa en la cara y una erupción, y luego alegó que fue envenenado.
"Obviamente, ahora le hicieron lo mismo", dijo Yarmysh, secretaria de prensa de la Fundación Anticorrupción que Navalny fundó en 2011.
El jefe del departamento legal de la fundación, Vyacheslav Gimadi, escribió en Twitter: "No hay duda de que Navalny fue envenenado por su posición y actividad política".
Los abogados de Navalny están solicitando una investigación sobre el intento de asesinato, agregó.