El diario venezolano asegura que "la rehabilitación física o el deceso de un presidente venezolano pone en aprietos toda la estructura de propaganda del régimen" de La Habana.
El diario La Nación de Venezuela, dedica su editorial de este miércoles 2 de enero del 2013 al tema de las relaciones de ese país suramericano con Cuba y la situación política de la isla caribeña.
Con el título de La Salud de Cuba, el diario afirma que las celebraciones por la llegada de Fidel Castro al poder no tuvieron este año "la misma coreografía de los años anteriores, ni los discursos o de los desfiles y, por qué no, de las pachangas que tanto adoran los cubanos".
Constata el editorial lo que llama "indiferencia y la frialdad" y la soledad en el malecón de La Habana y la Plaza de la Revolución recuerda "una letra de bolero". Recuerda el estado de salud del ex gobernante cubano y del presidente de Venezuela, todo sumido en un secretismo y la poca credibilidad del diario cubano Granma y la televisora venezolana VTV.
El tema de la salud de Chávez es tomado como referencia para exponer la dependencia del poder cubano a esta, así como los "sucesos como la rehabilitación física o el deceso de un presidente venezolano pone en aprietos toda la estructura de propaganda del régimen sobre la eficiencia de su pregonada atención a la salud" y agrega que "si un jefe de Estado extremadamente relevante se muere en La Habana luego de innumerables actos de mala práctica médica (conocidos y explicados por especialistas extranjeros) entonces no queda otra salida que preguntarse si estamos ante la debacle de la medicina cubana, que apenas sirve para paliar las emergencias inmediatas de la gente pero nunca para advertir y actuar en los casos en que, como el cáncer, se necesita de un conocimiento avanzado y preciso".
Puntualizan que "quiérase o no, la salud del presidente Chávez pone a prueba la manera como la medicina cubana ha terminado por convertirse en un mito y no en la eficacia".
Con el título de La Salud de Cuba, el diario afirma que las celebraciones por la llegada de Fidel Castro al poder no tuvieron este año "la misma coreografía de los años anteriores, ni los discursos o de los desfiles y, por qué no, de las pachangas que tanto adoran los cubanos".
Constata el editorial lo que llama "indiferencia y la frialdad" y la soledad en el malecón de La Habana y la Plaza de la Revolución recuerda "una letra de bolero". Recuerda el estado de salud del ex gobernante cubano y del presidente de Venezuela, todo sumido en un secretismo y la poca credibilidad del diario cubano Granma y la televisora venezolana VTV.
El tema de la salud de Chávez es tomado como referencia para exponer la dependencia del poder cubano a esta, así como los "sucesos como la rehabilitación física o el deceso de un presidente venezolano pone en aprietos toda la estructura de propaganda del régimen sobre la eficiencia de su pregonada atención a la salud" y agrega que "si un jefe de Estado extremadamente relevante se muere en La Habana luego de innumerables actos de mala práctica médica (conocidos y explicados por especialistas extranjeros) entonces no queda otra salida que preguntarse si estamos ante la debacle de la medicina cubana, que apenas sirve para paliar las emergencias inmediatas de la gente pero nunca para advertir y actuar en los casos en que, como el cáncer, se necesita de un conocimiento avanzado y preciso".
Puntualizan que "quiérase o no, la salud del presidente Chávez pone a prueba la manera como la medicina cubana ha terminado por convertirse en un mito y no en la eficacia".