El gobierno de Estados Unidos anunció el miércoles que está en conversaciones con otros países para establecer acuerdos de repatriación de migrantes irregulares, en respuesta a las recientes restricciones impuestas a las solicitudes de asilo.
Este anuncio se produce pocas horas después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, señalara que su administración busca que Washington llegue a acuerdos para que las deportaciones sean directas a los países de origen, evitando que los migrantes sean devueltos a México.
AMLO, como es conocido el presidente mexicano, dijo este jueves que su país tiene acuerdos para deportar a Cuba y Venezuela a los inmigrantes que Estados Unidos devuelva desde su territorio.
"Como nosotros tenemos muy buenas relaciones con todos, nosotros tenemos acuerdos y podemos, desde México, enviar migrantes a cualquier país, pero lo que buscamos es que puedan hacerlo de manera directa", dijo López Obrador, tras mencionar explícitamente a Cuba y Venezuela.
"Pero ya como toman esas decisiones y es un estado soberano, bueno, que los deportados lleguen de manera directa a sus países. Esto incluso es de más atención, cuidado, a los derechos humanos”, explicó.
Blas Nuñez-Neto, subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, informó en una conferencia de prensa que su país mantiene "discusiones constantes con gobiernos de todo el hemisferio este y oeste" para lograr acuerdos que permitan la repatriación rápida de personas que no tienen una base legal para permanecer en EEUU.
Nuñez-Neto destacó que estas medidas facilitarán la deportación acelerada de una mayor cantidad de migrantes, ya sea a sus países de origen o a México.
En un esfuerzo por calmar las inquietudes surgidas tras el anuncio del presidente Joe Biden sobre las nuevas restricciones para los migrantes que buscan asilo en la frontera sur de Estados Unidos, Nuñez-Neto subrayó que es "muy temprano para determinar los efectos" de estas medidas.
"No estamos viendo un aumento significativo en los flujos migratorios en la frontera. Parece que todo está funcionando adecuadamente", añadió.
Por su parte, López Obrador cuestionó en su conferencia de prensa la necesidad de acuerdos triangulares y abogó por deportaciones directas a los países de origen de los migrantes. Aseguró que México continuará apoyando a Estados Unidos en sus esfuerzos migratorios y descartó que las nuevas limitaciones de asilo provoquen una saturación en la frontera norte de México.
"De todas formas, nosotros cooperamos y ayudamos al presidente Biden", afirmó.
El presidente Biden anunció el martes restricciones inmediatas para los migrantes que buscan asilo en la frontera entre Estados Unidos y México. Estas medidas entrarán en vigor cuando el número de encuentros fronterizos diarios alcance los 2,500, una cifra que ya se supera actualmente, según las autoridades estadounidenses.
Actualmente, México acepta la repatriación de ciudadanos mexicanos y hasta 30,000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos al mes, como parte de un compromiso asumido en 2023, cuando el gobierno de Biden implementó normativas más estrictas para el asilo.
Desde principios de año, México ha reforzado los controles migratorios para evitar que los migrantes lleguen a Estados Unidos, como resultado de acuerdos bilaterales alcanzados entre diciembre y enero para enfrentar la ola migratoria.
Rafael Velásquez, director en México del International Rescue Committee (IRC), destacó que el rol de su país es crucial para la implementación de las políticas migratorias de Estados Unidos.
"Definitivamente, en los últimos tres meses hemos visto una aceleración e intensificación de las medidas para contener, detener e impedir que las personas lleguen a la frontera", dijo Velásquez.
A pesar de los esfuerzos, muchos migrantes se quedan en ciudades mexicanas lejos de la frontera estadounidense debido a que las deportaciones son relativamente pocas.