A mediados de noviembre el doctor Alexander Jesús Figueredo Izaguire sacó a la luz el caso de seis colegas suyos que estaban siendo juzgados por la muerte de un paciente en 2021 en el Hospital Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo, en la provincia de Granma. Desde entonces, ha sido blanco de una campaña difamatoria en su contra que ha llegado, incluso, a la prensa estatal.
“A estas altura esos ataques ya no me preocupan… Los recibí estando en Cuba, donde me mantuvieron un año bajo prisión domiciliaria y me abrieron un expediente en fiscalía solo por expresarme públicamente y denunciar las irregularidades del sistema. Ya yo sé cómo ellos trabajan, pero lo que están logrando es darme más fuerza. Cada vez hay más personas dentro de Cuba que se enteran de la labor que realizo para ayudar a los pacientes y luchar por la libertad de mi país”, asegura a Martí Noticias el especialista.
Este martes, el periódico oficial Tribuna de La Habana compartió un escrito del doctor oficialista Ernesto Cordoví, quien acusa a Figueredo Izaguirre de haber sido un “pésimo” estudiante y “peor médico”. Según él, carece de “moral” para defender a sus colegas de Bayamo.
Lee también Salen a la luz pública errores de procedimiento de la Fiscalía en juicio contra médicos bayameses“Yo nunca hablaría de nadie sin pruebas en las manos como lo han hecho ellos de mi”, respondió a nuestra redacción el doctor, exiliado desde hace casi dos años en Estados Unidos, cuando le preguntamos las supuestas razones que llevarían a Cordoví a atacarlo de esa forma en sus redes sociales. No obstante, aclara, “se trata de una persona que ha ido escalando como directivo por su apoyo al régimen”.
Figueredo recuerda que Cordoví y su esposa, también una doctora de la isla, abrieron un canal cuando se encontraban de misión en Guyana para difamar a los profesionales que denunciaban públicamente de lo que ocurría en las brigadas médicas que el Estado envía al exterior.
“Era un espacio para desacreditar a todo aquel que dijera las verdades sobre las misiones médicas y la salud en Cuba, cuando a todos los que hemos cumplido misiones nos prohíben ese tipo de actividades en las redes. Nos podían hasta revocar el contrato. Ellos lo hacían porque están protegidos por esa dictadura”, explicó.
Figueredo hizo una declaración pública tras el texto de Cordoví en el que detalla su trabajo como médico dentro y fuera de Cuba. “No tuvieron medidas, por todos los medios oficiales propagandistas con los que cuenta la dictadura se han encargado de abrirme la guerra difamatoria y denigrante, hablando de mi sin pruebas… Cumplí dos misiones, fui jefe de CDI en una y en la otra jefe de asistencia médica enseñando a cientos de estudiantes”, dijo.
Todo esto, aclaró, es porque “un día decidí dejar de ser cómplice de sus mentiras y me puse al lado de su peor enemigo, y al que tanto odian: el pueblo. Pueblo que hoy conoce muchas cosas que antes desconocía gracias a 'pésimos médicos' como yo, que llegado el momento decidimos servir al pueblo y no a un sistema opresor, fallido y esclavizante, que nos tiene de cómplices y mintiendo por 64 años”.
Figueredo, quien trabaja actualmente atendiendo pacientes en una clínica en Estados Unidos, asegura que no dejará de denunciar hasta que vea el fin de la dictadura. “He puesto mi conocimiento y mis manos en la salud del pueblo americano, ya que ellos me las quitaron del pueblo de Cuba”.
Sobre el caso de los médicos enjuiciados, precisó que estos se encuentran a la espera del dictamen de la sentencia. “Ha sido un proceso lleno de fraudes, como todo lo que hacen ellos, porque, en definitiva, todos los medios, la fiscalía y los bufetes de abogados representan al sistema y no al pueblo”.
“Lo último que sacamos del tema fue el escrito de un reconocido doctor de Manzanillo que pusieron en el listado de los peritos que dictaminaron la supuesta negligencia cometida con el paciente. Con él nunca consultaron, simplemente incluyeron su nombre sin notificarle ni hacerle parte de la investigación”.
Figueredo se refiere al doctor José Emilio Rosabal Estacio, quien aseguró a Martí Noticias que nunca formó parte de la comisión que evaluó lo sucedido.
“Lamento infinitamente lo que deben estar pasando mis colegas que, ya por la repercusión nacional e internacional que ha tenido el suceso, es una carga muy pesada, con huellas marcadas aún por el tiempo que, aunque no lo viví en mi vida laboral, siento el profundo dolor que deben estar sufriendo de ser cuestionados en el ejercicio de la práctica médica”, dijo en su carta el especialista de Segundo Grado en Cirugía, profesor Auxiliar y máster en Urgencias Médicas, con más de 40 años de experiencia.
Tras la polémica que ha desatado el juicio a los seis médicos cubanos imputados, la Dirección General de Salud Pública de Granma publicó una nota en la que aseguran que la información se ha “distorsionado” y que el proceso responde a una denuncia familiar.
Según explican, los médicos están siendo juzgados por “presunta responsabilidad penal relacionada con la atención médica a un paciente”. El hecho ocurrió en 2021 cuando el joven, de 23 años, llegó politraumatizado al centro tras sufrir un accidente de tránsito. Varios de los implicados y colegas que fueron testigos de lo ocurrido aseguran que no había insumos ni material en el hospital para atenderlo.
"Nosotros vamos a sentar en el banquillo de los acusados a los verdaderos culpables de las muertes de miles de personas, por pasarse la vida haciendo hoteles, comprando autos de turismo, y dejando al pueblo desprovisto de medicinas y a sus médicos de armas de trabajo", aseguró Figueredo Izaguirre.
Los seis especialistas que están siendo juzgados por los tribunales han sido identificados como Rafael José Sánchez Vázquez, Yoandra Quesada Labrada, Ristian Solano, Elizabeth Silvera, William Pérez Ramírez y Henrry Rosales Pompa.