Datos expuestos en un programa televisivo ponen de relieve la energía del trabajo privado en Cuba, en medio de las restricciones.
Una emisión televisiva esta semana en Cuba dio a conocer, entre otros datos reveladores, que el sector privado ya rebasa los 455.000 trabajadores; que sólo el 18 por ciento corresponde a antiguos asalariados del Estado, y que el 60 por ciento de los cuentapropistas reportan al fisco menos ingresos de los que realmente perciben.
Cifras recientes del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social (MTSS) expuestos por el programa, enfocado en los últimos desenvolvimientos del trabajo por cuenta propia, precisan que al cierre de febrero de 2014 había en la isla 455.577 personas dedicadas a una o más de las 201 modalidades de trabajo independiente autorizadas. Esto es, más de 10.000 por encima de la última cifra disponible (444.109 a fines de diciembre del 2013).
El grueso de los particulares (65 por ciento) se concentra en las provincias de La Habana, Matanzas , Villa Clara, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba.
Las licencias más demandadas, que parecen coincidir con las de mayor éxito hasta la fecha, son las de elaborador-vendedor de alimentos, transporte de carga y de pasajeros, y arrendamiento de casas y habitaciones particulares.
Otra estadística significativa indica que, del total de personas acogidas al cuentapropismo, 18 por ciento proviene de empleos estatales, lo que se traduce en que sólo unos 67.000 cubanos, de una meta de millón y medio, han contribuido a transferir al llamado sector no estatal el personal excedente en las infladas plantillas del Estado, como se propuso el gobierno cuando quitó las retrancas al trabajo por cuenta propia.
Otro 14% del total son jubilados, pero la mayoría (68%) no tenía vínculo laboral previo.
Sin embargo, la mayor proporción de los que trabajan en esta modalidad laboral no la conforman los microempresarios, sino los trabajadores contratados por estos.
El informativo también reveló que la proliferación de elaboradores-vendedores de alimentos ha resultado en una cantidad mayor de cafeterías y restaurantes privados que administrados por el Estado. Los funcionarios participantes admitieron que dicha diversidad “influye en el mejoramiento de las instalaciones y de los servicios, y la (mejor) presentación de los productos".
Sin embargo, se evidenció la preferencia del gobierno por las cooperativas no agropecuarias sobre el trabajo por cuenta propia como la modalidad ideal en el sector privado.
Aunque las cooperativas comenzaron a operar en julio de 2013, y el cuentapropismo empezó a ser impulsadopotenciado desde fines de 2010, a manos de los trabajadores por cuenta propia han pasado 65 pequeñas cafeterías estatales, mientras que 117 establecimientos gastronómicos del Estado fueron aprobados para su arrendamiento a cooperativistas.
Funcionarios invitados a esta mesa redonda identificaron entre los principales problemas del trabajo por cuenta propia la evasión fiscal.
Si bien los impuestos, licencias y otras recaudaciones están aportando el 64% de los fondos del presupuesto del Estado, un representante de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) dijo que se ha detectado que cerca del 60 por ciento de los contribuyentes reportan en su Declaración Jurada del Impuesto sobre los Ingresos Personales menos de lo que realmente obtienen, "unos por desconocimiento y otros con la intención de pagar menos impuestos”
Quizás debido a tan alta proporción, a los transgresores detectados en una fiscalización iniciada en enero se les está dando hasta el 30 de abril para rectificar sus declaraciones tributarias “sin la aplicación de multas y recargos por esta indisciplina”, lo que que sí se aplicaría una vez vencido el plazo.
Los trabajadores por cuenta propia suelen quejarse en Cuba de los elevados impuestos, la falta de créditos accesibles y convenientes, de un mercado mayorista de insumos, y de entrenamiento empresarial; así como del acoso de los inspectores estatales y medidas arbitrarias como la prohibición, vigente desde enero, de las antes florecientes ventas de mercancía importada.
Estas desventajas del sector privado en Cuba han resultado en un número casi tan alto de devoluciones de licencias como de cuentapropistas activos desde 2010.
Cifras recientes del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social (MTSS) expuestos por el programa, enfocado en los últimos desenvolvimientos del trabajo por cuenta propia, precisan que al cierre de febrero de 2014 había en la isla 455.577 personas dedicadas a una o más de las 201 modalidades de trabajo independiente autorizadas. Esto es, más de 10.000 por encima de la última cifra disponible (444.109 a fines de diciembre del 2013).
Las más buscadas
Las licencias más demandadas, que parecen coincidir con las de mayor éxito hasta la fecha, son las de elaborador-vendedor de alimentos, transporte de carga y de pasajeros, y arrendamiento de casas y habitaciones particulares.
Otra estadística significativa indica que, del total de personas acogidas al cuentapropismo, 18 por ciento proviene de empleos estatales, lo que se traduce en que sólo unos 67.000 cubanos, de una meta de millón y medio, han contribuido a transferir al llamado sector no estatal el personal excedente en las infladas plantillas del Estado, como se propuso el gobierno cuando quitó las retrancas al trabajo por cuenta propia.
Otro 14% del total son jubilados, pero la mayoría (68%) no tenía vínculo laboral previo.
Propiedad es sinónimo de calidad
Sin embargo, la mayor proporción de los que trabajan en esta modalidad laboral no la conforman los microempresarios, sino los trabajadores contratados por estos.
Sin embargo, se evidenció la preferencia del gobierno por las cooperativas no agropecuarias sobre el trabajo por cuenta propia como la modalidad ideal en el sector privado.
Aunque las cooperativas comenzaron a operar en julio de 2013, y el cuentapropismo empezó a ser impulsadopotenciado desde fines de 2010, a manos de los trabajadores por cuenta propia han pasado 65 pequeñas cafeterías estatales, mientras que 117 establecimientos gastronómicos del Estado fueron aprobados para su arrendamiento a cooperativistas.
Jugándole cabeza a la ONAT
Si bien los impuestos, licencias y otras recaudaciones están aportando el 64% de los fondos del presupuesto del Estado, un representante de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) dijo que se ha detectado que cerca del 60 por ciento de los contribuyentes reportan en su Declaración Jurada del Impuesto sobre los Ingresos Personales menos de lo que realmente obtienen, "unos por desconocimiento y otros con la intención de pagar menos impuestos”
Quizás debido a tan alta proporción, a los transgresores detectados en una fiscalización iniciada en enero se les está dando hasta el 30 de abril para rectificar sus declaraciones tributarias “sin la aplicación de multas y recargos por esta indisciplina”, lo que que sí se aplicaría una vez vencido el plazo.
Los trabajadores por cuenta propia suelen quejarse en Cuba de los elevados impuestos, la falta de créditos accesibles y convenientes, de un mercado mayorista de insumos, y de entrenamiento empresarial; así como del acoso de los inspectores estatales y medidas arbitrarias como la prohibición, vigente desde enero, de las antes florecientes ventas de mercancía importada.
Estas desventajas del sector privado en Cuba han resultado en un número casi tan alto de devoluciones de licencias como de cuentapropistas activos desde 2010.