El régimen arremetió el jueves contra varios periodistas independientes, en especial con los que trabajan con los medios elTOQUE, Cubanet y Periodismo de Barrio. Las tres publicaciones están basadas en los Estados Unidos y cuentan con una red de colaboradores en la isla.
Las acciones represivas van desde intimidación, detenciones breves, filmaciones en cuartos de interrogatorio, revisión de sus teléfonos celulares y computadoras hasta la confiscación de artículos personales, dispositivos electrónicos y dinero, y amenazas de altas penas de prisión.
Según denuncian, los interrogatorios duran entre ocho y 12 horas y en durante los mismos "se grita y violenta verbalmente a las personas interrogadas" y los "presionan hasta obtener «confesiones» y señalamientos a otros individuos".
Cubanet dijo que varios de sus reporteros "han sido filmados contra su voluntad bajo coacción y tras horas de tortura psicológica".
La publicación informó que agentes de la Seguridad del Estado han confiscado en las últimas horas bienes personales a los periodistas. Les han arrebatado, además, sus dispositivos electrónicos y ahorros.
Por otra parte, Eloy Viera Cañive, director jurídico de elTOQUE, confirmó lo que considera un ataque contra la prensa independiente en general.
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"Preparémonos para esta escena dentro de unos días: voceros de la Seguridad del Estado cubana aparecerán en televisión, con voz engolada y música efectista, para presentar los «resultados» de una «nueva investigación» que, basada en «pruebas de peso», servirá para «demostrar» una «nueva operación organizada desde Estados Unidos»", alertó un editorial de elTOQUE.
"Lo que veremos será, en cambio, una nueva puesta en pantalla de las tácticas represivas del régimen cubano. Usando declaraciones obtenidas bajo coacción y sesiones de interrogatorios de entre ocho y 12 horas, cargadas de amenazas, violencia verbal y chantajes, los guionistas de Villa Marista pretenderán que han conducido una investigación penal con garantías y que han revelado una nueva «conspiración contra Cuba»", agregaron.
De acuerdo con la denuncia de elTOQUE, "una de las tácticas más peligrosas que han empezado a usar es la de obligar a las personas interrogadas a entregar cientos de dólares que supuestamente recibieron en los programas de formación o por colaborar con medios independientes. Lo anterior, luego de firmar un acta de entrega en la que reconocen haber recibido el dinero de parte de proyectos «subversivos». Además de un claro acto de extorsión, la Seguridad del Estado obliga a estas personas a autoinculparse por participar en actos que no existen y, en el proceso, fabrican las evidencias que no tiene".
La embestida de las autoridades cubanas contra la prensa libre ocurre en el contexto de la entrada en vigor de la Ley de Comunicación Social calificada como un nuevo instrumento de las autoridades para limitar la libertad de expresión y el acceso a la información.
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Emilio Almaguer, quien reside en la ciudad de Baracoa, fue advertido hace escasos días por la labor que realiza, según denunció en entrevista con Martí Noticias.
“Fui visitado y se me alertó por un trabajo que yo hice en una comunidad sobre el desabastecimiento y las malas condiciones de vida en que estaban los habitantes y esto molestó y fui llevado al Ministerio del Interior para nuevamente amenazarme de que eso denigra al 'prestigio de la revolución' y que todo lo que se haga en contra de ellos, pues ellos van a tener mano dura”, relató.
Su colega Alberto Méndez Castelló, abogado y periodista de Cubanet, dijo que en su provincia de residencia, Las Tunas, ha habido operativos policiales.
“Aquí en Puerto Padre ha habido movimientos raros, y quizás en el caso mío ya estén preparando mi encierro. Yo no voy a cambiar mi libertad de expresión por una libertad ficticia, si a usted lo hacen callar, usted no es libre”, declaró.
Desde la ciudad de Guantánamo, el reportero Anderlay Guerra Blanco, denunció que han amenazado a periodistas y recordó que su colega Yeris Curbelo fue sancionado por reportar la protesta de Caimanera.
En la ciudad de Santa Clara el periodista independiente Guillermo del Sol, señaló que la nueva ley de comunicación social viene a ser "una ampliación de Ley Mordaza, la Ley 88".
"Esto va contra todo tipo de documento que se imprima donde se ejerza la libertad de expresión. Esto es más de la represión que tenemos que enfrentar. Iremos todos a la cárcel”, opinó el comunicador.
Desde la provincia de Sancti Spíritus, el periodista independiente Adriano Castañeda consideró que la nueva norma es “una Ley Mordaza para tratar de tener control del contenido que a ellos les interesa. En el Partido Comunista de Cuba saben que las redes sociales son de gran importancia en la población cubana”.
En La Habana, el también periodista de Cubanet Vladimir Turró, dijo que no se dejará amedrentar por la nueva ley.
“Yo voy a seguir haciendo mi trabajo, voy a seguir informando, voy a seguir dando voz a todas aquellas personas que no la tienen y, si por eso me van a encarcelar, bueno aquí estoy, los espero con cámara en mano y micrófono y que sea lo que Dios quiera”, enfatizó el comunicador.
(Con reporte de Tomás Cardoso para Martí Noticias)