Más de 600 mil personas sufren en Cuba las consecuencias de un deficiente sistema de abasto de agua potable, un problema que ha encendido protestas en varias localidades del país, donde la población sobrevive en medio de apagones prolongados y la escasez de alimentos.
Luego de manifestaciones de descontento de los afectados, quejas en las redes sociales y varios reportes en medios independientes sobre el tema, José Antonio Hernández Álvarez, presidente del Grupo Empresarial de Agua y Saneamiento, del estatal Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), reconoció en declaraciones a la prensa que el servicio de suministro de agua potable en la isla está en crisis.
En La Habana, dijo el funcionario, 130 mil residentes no reciben en sus viviendas el preciado líquido. En otras provincias como Pinar del Río, Artemisa, Santiago de Cuba, Granma, Villa Clara, Cienfuegos y Holguín, más de 30 mil personas carecen de acceso al servicio.
Según Hernández Álvarez, las causas principales de esta crisis son "la rotura de una cantidad significativa de equipos de bombeo y la situación del Sistema Electroenergético Nacional (SEN)", dijo, en referencia a los continuos cortes de electricidad que "impiden proteger los circuitos" de los equipos de abasto, señala este miércoles el diario oficial Granma.
El reporte no menciona las afectaciones por salideros en las tuberías, y la contaminación por vertimientos de aguas negras, dos de las quejas más comunes de la población.
Al cierre de 2023, solo en La Habana había más de 2,000 salideros. "Es difícil que le digamos a alguien que ahorre el agua cuando frente a su vivienda hay un salidero que se mantiene por días y meses", reconoció a principios de agosto pasado el presidente del INRH, Antonio Rodríguez.
Residentes en zonas afectadas señalaron que, en ocasiones, las propias brigadas que envía el Estado para reparar los salideros provocan problemas mayores. "El agua se derrama por todos lados", se quejó una vecina de Arroyo Naranjo. Los afectados criticaron la deficiente labor de mantenimiento que realiza la estatal Aguas de La Habana.
A mediados de ese mismo mes, residentes de varias zonas de la capital cubana, incluidas Centro Habana, El Vedado y San Miguel del Padrón, dijeron a Martí Noticias que llevan meses sin acceso regular al servicio de agua potable. A pesar de los reclamos y las denuncias elevadas a distintos niveles, el problema seguía sin resolverse.
La situación es especialmente crítica para los ancianos, personas discapacitadas y familias con niños pequeños. Cuando la falta de agua se junta con el apagón y la falta de comida, el malestar social se eleva al máximo. La semana pasada, decenas de personas se lanzaron a la calle en San Francisco de Paula, sonando las cazuelas y reclamando el restablecimiento del servicio de agua potable.
En agosto de 2023, un activista recordó en una carta abierta a las autoridades cubanas que el acceso a los servicios de agua potable es un derecho humano imprescindible para mantener una vida saludable y salvaguardar la dignidad de las personas.
Datos oficiales anteriores cifraban en 156 mil las personas sin acceso apropiado al agua potable en Cuba. En julio de 2023, el presidente del INRH dijo a la prensa estatal que otros 475.000 habitantes de la isla recibían el líquido a través de carros cisternas. El funcionario añadió que unos 2 millones 70 mil cubanos recibían agua cada 3 días o más, mientras que 478 asentamientos poblacionales no disponían, total o parcialmente, de redes de acueducto.