Norma Pérez, la madre de la influencer cubana Sulmira Martínez (Salem), encarcelada desde el 10 de enero de 2023 por sus publicaciones en Facebook, declaró a Martí Noticias que en la última visita que hizo a su hija en el centro penitenciario El Guatao, en La Habana, la notó “muy mal psicológicamente”.
“Mi hija está muy mal. La mandaron al psicólogo y al psiquiatra, porque parece que de Villa Marista viene fundida ya. Dice que quiere ahorcarse, que quiere plantarse, que no da más ya, que está cansada. Me lo dijo con los ojos aguados”, contó.
Pérez visitó a su hija el pasado viernes y regresó agobiada a casa. “La vi muy extraña, no la vi como otras veces. No me gustó su manera de mirar, su manera de hablar. Yo conozco a mi hija y la vi muy deprimida”, explicó.
Martínez, de 21 años, fue detenida luego de publicar en Facebook una serie de posts en los que animaba a los cubanos a salir a la calle a protestar en contra el régimen de Miguel Díaz-Canel y repetir otro estallido como el del 11 de julio de 2021. Luego de la detención, la condujeron a Villa Marista, el principal centro de operaciones de la Seguridad del Estado en el país, y el 17 de marzo la trasladaron para El Guatao, donde se encuentra actualmente.
A casi seis meses de su detención, todavía Norma Pérez no sabe con seguridad los delitos de los cuales su hija está acusada. El único documento que ha recibido ha sido un acta de ocupación de unos equipos que se llevaron de su casa poco después del arresto.
Primero, oficiales de Villa Marista dijeron a la madre que la joven estaba acusada de propaganda contra el orden constitucional, que contempla condenas que van desde los dos hasta los diez años de privación de libertad, y luego dijeron que instigación a delinquir, que se penaliza con multas o sentencias de entre seis meses y un año y medio de cárcel.
Esa incertidumbre acerca de su caso, que no es excepcional en el contexto cubano, es una de las razones que, a criterio de Norma Pérez, están afectando a su hija. Además, la madre dijo que, en el tiempo que Sulmira lleva en El Guatao, su abogado sólo ha ido a verla en una ocasión.
Lo otro que Pérez considera que ha lastimado la salud mental de su hija fueron los 67 días que estuvo en Villa Marista, sometida a interrogatorios y a malos tratos que diversas organizaciones defensoras de derechos humanos han catalogado como torturas psicológicas.
“Ella me dijo que en Villa Marista sufrió cantidad, que le quitaban los cigarros y le daban la fosforera sola, o si no, le daban los cigarros y no le daban la fosforera; le dejaban la luz prendida; le decían que eran las tres de la mañana y eran las doce del día... Acabaron con ella ahí. Tremenda guerra que le metieron, entonces parece que eso la ha traumatizado bastante. Ella tiene secuelas de Villa Marista que le están saliendo ahora”, contó.
Pérez precisó que a su hija también le afectó mucho que las autoridades cubanas transmitieran por televisión nacional, sin su consentimiento, imágenes suyas durante un interrogatorio en Villa Marista, en el que hizo declaraciones autoincriminatorias y se notaba bajo estrés.
Además, las condiciones en la prisión de mujeres de El Guatao tampoco han ayudado a que Martínez se recupere. “Allá adentro no hay agua. No hay agua para bañarse, tienen que salir a otro sitio a buscarla y cargar agua. La tienen desyerbando con las manos y sin guantes. La comida sigue mala, no tienen agua fría para tomar”, dijo Pérez.
En circunstancias legales similares a las de Sulmira Martínez se encuentran otros tres jóvenes cubanos: Daniel Moreno, Alejandro Garlobo y Yasmani González, quienes fueron encarcelados entre enero y abril de este año. Todos realizaban activismo en redes sociales y estuvieron detenidos primero en Villa Marista, antes de ser trasladados al Combinado del Este.