Yindra Elizástigui, madre de los jóvenes encarcelados Luis Robles y de Lester Fernández, anunció este domingo que "serios problemas de salud" la han obligado a retirarse de las redes sociales por un tiempo, por "recomendación del médico”.
En el post, Elizástigui, quien ha librado una campaña por la liberación de Robles, y luego por la de Fernández, puntualizó que este alejamiento es sólo temporal porque “Todos conocen cual es mi lucha fundamental (la libertad de mis hijos) que no descansaré hasta lograr alcanzarla”.
Según dijo la madre de ambos prisioneros políticos en su cuenta de Facebook, fue diagnosticada con “el corazón un poco recrecido, casi diabética y la presión arterial un poco descontrolada”, además de inflamación en el rostro, lo cual se hace patente en la foto con que la mujer ilustra el post.
Tras asegurar que ese “descanso” de los medios digitales es por sus dos hijos y también “porque sé que puedo contar con ustedes (los seguidores), que seguirán pidiendo y exigiendo su libertad”, Elizástigui insiste en que se retira un tiempo de las redes, "pero no de la lucha”.
Todos sus trastornos de salud, explicó Elizástigui, son producto del estrés al que se ha visto sometida en los dos últimos años, primero, tras el arresto y encarcelamiento de su hijo Luis Robles, ocurrido en diciembre de 2020, cuando se manifestaba en solitario en la calle de San Rafael, en Centro Habana, con un cartel en el que pedía la libertad del rapero Denis Solís y la de todos los presos políticos.
Luego, en diciembre de 2022, fue arrestado Lester Fernández por una supuesta salida ilegal del país.
"Con él arrestaron alrededor de 6 o 7 personas, ¿por qué a él lo mantuvieron preso y a los otros los soltaron?", cuestionó Elizástigui en declaraciones hechas en su momento a Radio Martí.
De acuerdo con lo dicho por Lester Fernández, de 21 años, “fue detenido en diciembre cuando ayudaba a construir una embarcación, y aclaró que en ningún momento fue arrestado en el mar, por lo que no entiende por qué razón lo mantienen en el centro penitenciario de Valle Grande, en La Habana”.
Hasta el momento de su detención, Fernández era el vocero de la familia, encargado de informar y denunciar la situación de su hermano Luis Robles, condenado a cinco años de privación de libertad en la cárcel Combinado del
Este, en La Habana.