"La plataforma republicana representa un rechazo frontal a la fallida política de Obama sobre Cuba, que ha servido sólo para reforzar el aparato represivo del régimen de Castro”, dijo en exclusiva a Armando de Armas, de Martí Noticias, el congresista federal estadounidense Mario Díaz Balart horas después que se conociera el documento programático del partido Republicano en la Convención Nacional Republicana.
Preguntado acerca de si, acorde con algunos analistas, el acercamiento al Gobierno de la isla era esencialmente para contribuir a que el pueblo de la isla fuera más libre, qué podía entonces aportar la plataforma programática al tema de las libertades, el representante por el distrito 25 de la Florida declaró:
“Por el contrario, la plataforma republicana tiene como objetivo ayudar al pueblo cubano a obtener su libertad. Este compromiso con la libertad y la democracia va a determinar la política de Cuba bajo una próxima administración republicana."
El documento ratifica el establecer las políticas hacia Cuba de los presidentes Johnson, Reagan y Bush hijo, además de implementación de la ley Helms-Burton.
El partido declara además apoyar e implementar la labor de la Comisión para Asistencia a una Cuba Libre, que creara George W. Bush el 10 de octubre de 2003, y que tanta preocupación causó en su momento al régimen cubano, y sostener por otra parte los principios de la Ley de Ajuste Cubano de 1966, reconociendo los derechos de los cubanos que huyen del comunismo.
La plataforma reafirma así la política migratoria para los cubanos del presidente Lyndon B. Johnson; el compromiso de Ronald Reagan con ofrecer al pueblo de la isla noticias e información sin censura; la preeminencia de la ley Helms-Burton, promulgada por Bill Clinton, y la ayuda para reconstruir una Cuba libre prevista por Bush, además de resaltar el importante papel de la Internet y de facilitar a los cubanos su acceso más allá de los controles del Gobierno del general Raúl Castro.
La plataforma de los republicanos es clara y enfática respecto a la necesidad de proveer información libre al pueblo de la isla y asegura que “abogamos por una plataforma consagrada a las transmisiones de Radio y TV Martí y por la promoción del acceso a Internet y tecnologías de sorteo de los controles, como herramientas para fortalecer al movimiento pro-democracia cubano”.
Los republicanos en su documento rector declaran que no hablan a la ligera: que el pueblo cubano y los opositores al régimen “han sido traicionados por aquellos que controlan actualmente la política exterior de EE.UU y que la “apertura hacia Cuba de la actual Administración Obama fue un acomodo vergonzoso a las demandas de sus tiranos. Solamente fortalecerá su dictadura militar”.
Díaz Balart cumple actualmente su séptimo mandato en la Cámara de Representantes y es, además, presidente de la subcomisión de Transporte y Vivienda de la Comisión de Asignaciones.
Perteneciente a una familia de larga tradición política en la historia de la Cuba republicana, anterior a 1959, Díaz Balart fue elegido para la Cámara de Representantes en 2002 para representar el distrito 25 de la Florida y, a los 31 años, se convirtió en la persona más joven en ser electa para el Senado estatal de la Florida.
Cuestionado en el pasado por este periodista sobre si las políticas de Obama hacia Cuba podrían ser revertidas por una próxima administración republicada, el representante a la Cámara fue enfático en su respuesta: “Sí, cualquier presidente podría revertir lo que Obama ha hecho en lo que respecta a la política de Estados Unidos hacia Cuba. El Congreso de Estados Unidos no admite las aparentemente ilimitadas concesiones y apaciguamientos de la dictadura de los Castro por parte del Presidente. En verdad él no ha podido aprobar ninguna ley que modifique la relación de Estados Unidos con Cuba. Todo lo que ha hecho puede ser perfectamente revertido por los presidentes subsiguientes”.