La ministra británica de Interior, Theresa May, anunció hoy que habrá una investigación pública en el Reino Unido sobre la muerte por envenenamiento en Londres del exespía ruso Alexander Litvinenko, en 2006. En una declaración escrita, la titular de Interior señaló que espera que esta pesquisa sea un "consuelo" para la viuda de Litvinenko, Marina, que lleva años pidiendo una indagación de este tipo.
El exespía del KGB, que estaba exiliado en el Reino Unido desde el año 2000, murió el 23 de noviembre de 2006 a los 43 años, envenenado con la sustancia radioactiva polonio-210, tras haber tomado té en un hotel de la capital británica con dos antiguos colegas rusos. La viuda cree que su marido fue asesinado por órdenes del Kremlin
y ha revelado que, en el momento de su muerte, colaboraba para los servicios de espionaje británicos MI6.
Tras conocerse el anuncio de May, Marina Litvinenko dijo sentirse "aliviada y encantada" porque habrá finalmente una investigación pública que permita enviar un mensaje claro a los asesinos de que, por más poderosos que sean, la "verdad sale al final a la luz". Con esta pesquisa, cuya fecha de comienzo no ha sido fijada, los
investigadores podrán establecer si el Estado ruso estuvo implicado en una conspiración para matar al antiguo agente del KGB.
No obstante, se espera que muchas de las pruebas que se presenten en la investigación sean analizadas a puerta cerrada si afectan a la seguridad nacional británica, según los medios locales. Hasta ahora, el Gobierno se había negado a iniciar un proceso de este tipo por considerar que no era necesaria pues ya había otras dos abiertas, la policial y la forense.
Sin embargo, Marina Litvinenko insistió en la necesidad de esclarecer lo ocurrido a través de una pesquisa pública. La investigación estará presidida por el juez Robert Owen, quien estuvo a cargo de la pesquisa forense sobre la muerte de Litvinenko.
Según Interior, el objetivo será establecer "cómo, cuando y dónde" murió el exespía y "quién" fue responsable de su fallecimiento, pero no se centrará en determinar si las autoridades británicas debieron tomar medidas para evitarlo. El pasado febrero, el Tribunal Superior de Londres ya había considerado que el Gobierno debía revisar su decisión de no autorizar la investigación pública.
Ante una demandada presentada por la viuda, la corte concluyó que el Ejecutivo debía reconsiderar su posición porque las razones planteadas por Interior no ofrecían una "base racional" suficiente que justificase la negativa. La muerte de Litvinenko causó una gran conmoción en el Reino Unido, mientras que los exagentes de la KGB Andrei Lugovoi y Dmitri Kovtun fueron identificados como posibles sospechosos de la muerte. La investigación en el Reino Unido causó tensiones con el Gobierno ruso, que se negó a cooperar con la Policía británica.