La bloguera Regina Coyula ofreció a través del diario14yMedio y @lamalaletra su particular crónica del concierto que el cantante Pancho Céspedes ofreció en el Teatro Karl Marx de La Habana después de 24 años fuera del país.
En ella cuenta que “el cantante no hizo alusiones a su decisión en 1990 de abandonar Cuba y, aunque nada más lejos de su ánimo que esas alusiones, jugueteó con la idea de la larga gira que lo mantuvo alejado de Cuba; con simple aritmética cualquiera pudo sacar la cuenta de que reunirse con su esposa le llevó seis años. Y como los artistas se alimentan de tristezas, depresiones y fracasos, esos años de separación incubaron Vida Loca de 1998, el más exitoso de sus discos. Siguiendo con esa misma aritmética, volver a hacer un concierto en Cuba le llevó 24 años”.
Regina comenta también que “hubo dos momentos particularmente emotivos. El primero con una canción hermosísima de cómo la añoranza hace nombrar lugares ajenos con los nombres de lugares que quedaron atrás (Átame la mirada). Luego los aplausos fueron ovación cuando Pancho anunció a Pablo Milanés en su primera aparición pública luego de una delicada situación de salud hace apenas unos meses. Pablo, también visiblemente más delgado y todo de negro, se unió a Pancho que ya para ese momento se había despojado del saco y sacado la camisa por fuera”.
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