La violencia ejercida por la Seguridad del Estado sobre periodistas y activistas de la sociedad civil en Cuba son particulares de un escenario totalitario que no admite el disenso y que alcanza de similar manera a todos los géneros.
La reportera Camila Acosta dice que “la agenda feminista ha adquirido relevancia en los últimos tiempos en Cuba, pero si te restringes a los datos, a la realidad, te das cuenta de que las mujeres corren los mismos riesgos que los hombres y son tan reprimidas como los hombres”.
“Ahora, ¿por qué en la mujer se ha visibilizado más la represión en los últimos meses además de la incursión de la agenda feminista en Cuba? Porque somos cada vez más periodistas y somos cada vez más activistas”, recalcó la comunicadora.
Lee también Nuevo “regalo” del artista Yulier P honra a las Damas de BlancoEl liderazgo y la participación social y política de las mujeres, en el ámbito de la oposición pacífica en la Isla se incrementa cada día. Las cubanas vienen aportando avances en puntos de vista, aptitudes y perspectivas que enriquecen el panorama de la sociedad civil, pero esto conlleva un aumento proporcional de la represión contra ellas.
“En mi experiencia particular no he sentido esa violencia física tan agresiva: yo no he sido golpeada como sí han sido golpeadas otras personas. Yo creo que un factor determinante en esto es la visibilidad que he tenido”, agregó Acosta.
“Ahora que hay un factor machista en la sociedad cubana, cierto, y que a veces a las mujeres activistas o periodistas, por ejemplo, nos catalogan como prostitutas o algo así, que ese es uno de los ataques que nos han hecho, pero en cuanto a represión, yo creo que es similar, con algunas características definitorias en cada caso o en dependencia de la visibilidad que tenga la persona, pero creo que afecta a todos, por igual”.
“Y si te remites a la historia, verás cuando el Grupo de los 75 había sólo una mujer, Marta Beatriz Roque. Es decir que la represión, en ese entonces, era más contra hombres que mujeres. Creo que también por el hecho de que había más hombres en el activismo, en el periodismo independiente. Ahora, se están equilibrando las fuerzas”, apuntó.
Según la compilación “Quién es quién en la política cubana”, desarrollada entre los años 2005 y 2007 por el periodista e investigador bibliográfico Julio Aleaga Pesant, dentro de las personas más relevantes de las filas disidentes solo el 22% eran mujeres (604 hombres y 175 mujeres).
“El rol de la mujer cubana en la transición democrática es tan importante como la de los ciudadanos varones. Ella, con un elemento añadido, que es el de ser las protectoras del núcleo familiar, lo que a lo mejor las hace parecer como un poco conservadoras, pero no se puede equivocar: es una visión de fortaleza, de apoyo a la familia, a los que participan en la vida pública contra la dictadura”, señaló Aleaga.
Al menos 130 mujeres son, actualmente, prisioneras políticas del régimen, el 13% de los 1.007 presos políticos registrados por la ONG española Cuban Prisoners Defenders.
El 11 de julio marcó un antes y un después en la historia cubana, no solo porque la población, hombres y mujeres, se lanzaron a las calles en demanda de libertad y cambios económicos y sociales, sino porque detrás de los centenares de encarcelados aparecieron en su defensa y soporte sus mujeres: madres, esposas, familiares y amigas.
“Ese día me cambió la vida por completo. Casi me vuelvo loca. Me convertí en mamá y papá, el sustento de mi familia. El apoyo incondicional a mi esposo en un país donde hay tantas carencias e infracciones”, dijo Yuneisy Santana González, esposa de Samuel Pupo Martínez, participante de las demostraciones del 11 de julio en Cárdenas, cuyo juicio se celebrará próximamente.
“Me despierto en las madrugadas pensando cómo estará en esas mazmorras con tantas torturas psicológicas porque se pasan todo el tiempo diciéndole que me van a meter presa si sigo publicando, comentando y exigiendo la libertad de todos los presos políticos. Tantos sueños, tantas metas, pero nos quitaron tanto, que nos quitaron hasta el miedo”, afirmó Santana.
El Centro de Asesoramiento Legal CUBALEX documentó la detención de 1.198 hombres y 214 mujeres durante o después del estallido social.
La feminista Marthadela Tamayo, de la Alianza Cubana por la Inclusión, considera que en Cuba persisten formas de agresión y opresión históricas vinculadas al género.
“En 2021, realizamos un cuestionario dirigido a una población muestral de 100 mujeres pertenecientes a organizaciones políticas defensoras de derechos humanos y miembros de la sociedad civil: 62 mujeres detallaron, en su recorrido, que han sido víctimas de este tipo de violencia política, donde se obstaculiza su accionar político y éste está limitando también el ejercicio de los derechos políticos y el derecho a la vida libre de la violencia”.
“Nuestra investigación arrojó, además, que el 96,8% de las mujeres cubanas entrevistadas consideran que están expuestas a esta violencia política sólo por el hecho de ser una mujer activista o una mujer que hace parte de la vida pública o quiere participar de la vida pública del país”, señaló Tamayo y añadió:
Precisamente este 8 de marzo, la Alianza Cubana por la Inclusión presentará su “Guía contra la violencia política contra las mujeres en Cuba”, con el objetivo de visibilizar la incidencia de este flagelo en las mujeres cubanas.
Hoy en día se reconoce universalmente que la violencia contra la mujer es la peor forma de discriminación contra ella y un ultraje a la igualdad.