Andar por un bulevar de casetas, stands y centenares de autores resulta más que interesante, apacible pese al bullicio de un público curioso e indeciso que no sabe dónde empezar. Es una atrevida ilustración de la Feria Internacional del Libro de Miami (19 al 21 de noviembre ) que en esta edición dispensa sentido a lo presencial en una ciudad que parece estar, en gran medida, de vuelta a la normalidad y que ha montado esta feria de la lectura en predios del centro de estudios superiores Miami-Dade, en el centro de la ciudad.
Pablo Socorro, cubano, periodista colegiado y de ejercicio en su tierra y en Estados Unidos, es uno de los autores asistentes en representación de la joven Editorial Lunetra, que en apenas dos años de fundada participa en esta feria de la lectura con un aval de 21 títulos publicados de narrativa y poesía de 15 autores cubanos y de otras nacionalidades.
"La 38 Feria Internacional del Libro de Miami es una excelente oportunidad para que autores y editoriales locales y de todo el mundo muestren sus obras y las últimas novedades en narrativa y poesía”, dijo a Radio Televisión Martí Socorro, quien presenta su libro “Cuba-J-11-21: teníamos tanta hambre que nos comimos el miedo”.
Con prólogo del escritor José Hugo Fernández y diseño de Eduardo R. Casanova, el libro - gran reportaje-testimonio- recoge en una visión panorámica la rebelión popular del 11 de julio de 2021 en más de 40 ciudades cubanas, a través de diferentes puntos de vista de personas dentro y fuera de la isla y la significación de la solidaridad o apatía de factores internacionales.
“Ante la imposibilidad de responder con un vaticinio afianzado más en la esperanza que en la realidad, decidí escribir este libro, no tanto para especular sobre eventos futuros en la isla, como dar a conocer —y reconocer— el papel de esos jóvenes inconformes que hoy escriben la historia de nuestro país, sin temor a las consecuencias. Una generación que, por no tener, ya ni miedo tiene”, manifestó el autor hoy jubilado luego de 23 años como reportero en EEUU de la Agencia Francesa de Prensa, AFP.
Dividido en siete capítulos, el libro cautiva al lector fiel y lo lleva de la mano hacia esos días de rebeldía en la isla, desde detalles desconocidos de la muerte del joven Diubis Laurencio Tejeda, la asesoría china para la represión digital, los juicios sumarios a los manifestantes, el origen de la frase @DiazCanel Sin…o y su explicación sociológica como meme de las redes sociales.
La obra habla de los antecedentes, las razones, la represión, las injusticias y el insólito alcance mediático de las manifestaciones que estremecieron los cimientos de la dictadura cubana.
“Para mí, la validez del 11J está en que destrozó varios mitos en torno a la Revolución Cubana. Las manifestaciones pacíficas en toda la isla acabaron de enterrar el cacareado mito de la unidad monolítica del pueblo en torno del Partido Comunista de Cuba y sus máximos dirigentes”, acotó Socorro que como periodista acumuló más de 20 años en medios estatales en Cuba y que en 1996 abandonó una delegación oficial en Colorado Springs, EEUU y recibió asilo político.
La espontaneidad de las manifestaciones del 11 de julio último tuvo como sus protagonistas principales jóvenes sin nexos con grupos de la oposición o de la sociedad civil independiente, mucho menos, con actores en ultramar, frecuentemente acusados por la Plaza de la Revolución de animadores espirituales o financieros de cualquier acto contrario al sistema de gobierno.
“Se hizo trizas el enunciado castrista de que todo quien se expresa en contra de la revolución es un “agente pagado por el imperialismo americano”. Resulta hasta risible creer que esa anciana parada en una esquina de La Habana golpeando una cacerola vacía, o aquella otra en su silla de ruedas marchando junto a los manifestantes sean agentes de la CIA. O las decenas de menores de edad que dejaron sus libros para clamar por su libertad”, refirió no sin antes mencionar lo que consideró el mito más importante que hizo volar en pedazos el 11 de julio.
“Que en Cuba nunca habría una explosión social de descontento como en Polonia, que puso fin al comunismo y abrió el camino para la caída del Muro de Berlín y del comunismo en la Europa del este y la ex Unión Soviética. La idea de la sumisión de los cubanos ha sido difundida desde los mismos estamentos de poder, utilizando el miedo como una herramienta de ingeniería social”.
Para Socorro, la brutal respuesta del Gobierno a las manifestaciones evidenció el desgaste de un régimen político acostumbrado a la obediencia ciega, a mandar personas que fueron educadas para responder como militantes y soldados de la Revolución y no como ciudadanos libres.
“A dirigir un país, parafraseando a Martí, como si fuera un campamento militar. No se sostiene bajo ningún derecho internacional o legal el gobierno que interpreta la soberanía nacional como el control absoluto de una élite sobre el resto de la sociedad”, concluyó.
*Otros libros que presenta Lunetra son Nadie me lo Contó, La Verdadera Historia de la Red Avispa, y Hablar en Cubano.