Israel lanzó el jueves una ofensiva terrestre contra Gaza, tras diez días de bombardeos para poner fin al disparo de cohetes desde ese enclave palestino controlado por el movimiento islamista Hamas, que prometió hacerle pagar caro la invasión.
La operación se inició tras una breve tregua humanitaria y pese a un llamamiento de Estados Unidos para que Israel "redoble sus esfuerzos para evitar bajas civiles".
"El primer ministro (Benjamin Netanyahu) y el ministro de Defensa ordenaron al ejército el jueves por la noche iniciar una operación terrestre", informó la oficina del jefe de gobierno en un comunicado.
"La decisión fue aprobada por el gabinete de seguridad después de que Hamas rechazara el plan egipcio de alto el fuego y siguiera lanzando cohetes contra Israel", agregó.
El anuncio fue de par con un intenso bombardeo aéreo, marítimo y terrestre de la Franja de Gaza y de tiros de tanques concentrados en la frontera, indicó un periodista de la AFP en el lugar.
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Hamas prometió que Israel pagará "un alto precio" por haber entrado en Gaza.
"El inicio de la ofensiva terrestre israelí en Gaza es un paso peligroso, cuyas consecuencias no se han calculado", dijo el portavoz de Hamas, Fawri Barhum, en un comunicado.
"Israel pagará un alto precio y Hamas está listo para el enfrentamiento", agregó.
Un comunicado militar israelí indicó que la invasión se propone garantizar que "los residentes (israelíes) puedan vivir en seguridad, sin estar bajo el terror continuo, y asestar un golpe significativo a la estructura terrorista de Hamas".
"La operación, limitada a algunos sectores de Gaza, involucrará a cuerpos de infantería, de artillería y de inteligencia, con apoyo de la aeronáutica y la marina", agregó.
Israel había procedido en los últimos días a un despliegue masivo de blindados, piezas de artillería y unidades de infantería en la frontera y había ordenado la movilización de unos 40.000 efectivos. Tras el inicio de la operación terrestre, aprobó la movilización de otros 18.000 reservistas.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lamentó la escalada y urgió a Israel a "hacer mucho más" para proteger a los civiles palestinos.
Un cohete disparado desde Gaza cayó en un terreno baldío cerca de la ciudad israelí de Ashkelon (sur) apenas concluidas las cinco horas de tregua humanitaria negociada por la ONU, a las 15H00 locales (12H00 GMT).
La aviación israelí bombardeó el enclave palestino, matando a tres niños en el centro de la ciudad de Gaza, según los servicios de emergencia locales, que también dieron parte de un muerto en otro ataque.
Egipto criticó a Hamas por haberse negado a aceptar el alto el fuego que hubiera salvado numerosas vidas.
Al menos 241 palestinos, en su gran mayoría civiles y entre ellos numerosos niños, murieron desde el inicio de los bombardeos aéreos israelíes el 8 de julio, según datos de organizaciones no gubernamentales.
Haas disparó por su lado más de mil cohetes contra el territorio israelí, provocando una víctima mortal.
La Franja de Gaza es una estrecha banda de 360 km2 (45 km de largo y 8 km de ancho de promedio) encerrada entre el Mediterráneo, Egipto e Israel (que bloquean sus pasos fronterizos) y con un elevado índice de pobreza.