El escritor José Gabriel Barrenechea Chávez estuvo 48 horas detenido en la unidad policial conocida como El Capri del municipio habanero de Arroyo Naranjo.
“El pasado jueves se me detuvo en mi casa. Un operativo de la policía y la Seguridad del Estado. Se me esposó para conducirme a la estación. Estuve retenido hasta el sábado a mediodía. Estuve todo ese tiempo sin ingerir alimentos, aunque sí bebí agua”, relató a Radio Televisión Martí, el narrador.
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“La intención de la detención fue, fundamentalmente, intentar quebrarme para que no participara en la manifestación del 15 de noviembre y que yo les firmara un documento o algún papel en que aceptaba no asistir a ella”, explicó.
Barrenechea, natural de Encrucijada, Villa Clara, es uno de los firmantes de la carta que un grupo de ciudadanos de esa provincia entregaron en las oficinas de la intendencia municipal y el gobierno avisando su disposición a realizar la Marcha Cívica.
“Me interrogaron varias veces: el jueves en la tarde, el viernes en la mañana y el viernes en la tarde. Primero un joven oficial y después un mayor que dijo llamarse Ernesto que fue el que llevó el peso del interrogatorio y de las amenazas que me hicieron. También hubo propuestas para colaboración, como siempre”.
La policía política levantó un Acta de Advertencia al escritor y trató de hacerle pagar una fianza, que al final no radicaron.
Lee también Prohibición de la marcha del 15N es “ilegítima, ilegal e inadmisible”, denuncia Cuba Próxima“También me hablaron de una propuesta que yo hice en [el medio oficial] Cubadebate para una ampliación del derecho electoral de los cubanos”, precisó.
“Me dejaron claro que no iba a haber manifestación, que en Cuba ninguna iniciativa que partiera de la ‘contrarrevolución’, o sea, de los que no estamos con la revolución la van a permitir”, denunció Barrenechea.
Del mismo modo fue citado el sábado a la Oncena unidad de San Miguel del Padrón, en la capital cubana, el abogado Fernando Almeyda Rodríguez, miembro de la plataforma Archipiélago.
“Hablamos sobre mi posición, sobre Archipiélago, sobre Yunior García Aguilera, sobre economía, política”, escribió Almeyda en un post en Facebook.
“Yo les dije la verdad, que la marcha del 15N no es para pedir una intervención, ni para llamar a la violencia, ni para desestabilizar el sistema. Es por el cambio, eso sí, por un cambio en el que participemos todos, absolutamente todos, sin sesgos ideológicos ni prejuicios, para que Cuba no se hunda en el mar de su miseria humana y material”, recalcó.
La Marcha Cívica estaba concebida inicialmente para el 20 de noviembre, pero Archipiélago decidió adelantarla para evitar enfrentamientos entre cubanos a raíz de la reciente decisión del régimen de declarar esa fecha como Día de la Defensa Nacional y militarizar las calles.