Tras filtración de emails, Hillary llega a convención demócrata con un partido dividido

  • Martinoticias.com

Hillary Clinton presenta en Miami a su candidato a vicepresidente Tim Kaine.

Más de 19.000 emails del Partido Demócrata filtrados previo a la nominación de Hillary en Filadelfia, detallan la enconada división entre el Comité Nacional Demócrata y el antiguo rival de Clinton, el senador Bernie Sanders.

La Convención Nacional Demócrata inicia este lunes con unos 4.700 delegados y dirigentes de la maquinaria política que moverá la fórmula presidencial de Hillary Clinton y Tim Kaine para enfrentarse al republicano Donald Trump.

Clinton tiene ya los delegados suficientes, pero la estocada de más de 19.000 emails de funcionarios del Partido Demócrata sacados a la luz pública este viernes, previo a la nominación de Hillary en Filadelfia, detallan la enconada división entre el Comité Nacional Demócrata y el antiguo rival de Clinton, el senador Bernie Sanders.

Varios correos electrónicos publicados por Wikileaks muestran a funcionarios del Comité Nacional Demócrata burlándose de Sanders y sus seguidores, y en una instancia, cuestionando su compromiso con la religión judía. Algunos de los emails muestran al liderazgo del partido y a funcionarios de la Casa Blanca sopesando la posibilidad de invitar a personas con antecedentes polémicos a eventos del partido demócrata.

En su sitio web, Wikileaks dijo que la nueva serie de emails provienen de las cuentas de "siete figuras clave del DNC" y advirtió que la difusión fue "la primera parte de nuestra nueva serie de filtraciones de Hillary", un indicio de que pronto se podría publicar más material.

Entre los funcionarios de quienes se publicaron sus correos está el portavoz del organismo, Luis Miranda, el director nacional de finanzas Jordon Kaplan y el jefe de finanzas Scott Coer, pero otros miembros del DNC y la prensa, además de funcionarios de la Casa Blanca, se comunicaron con ellos entre enero de 2015 y mayo pasado, informó Wikileaks.

El candidato rupublicano Donald Trump se apresuró a decir, en un mensaje publicado en las redes sociales, que la filtración de los emails es tan mala para Sanders que le resultará imposible apoyar a Hillary, "a menos que sea un fraude", señaló refiriéndose al exrival de la virtual candidata demócrata.


Más allá de la problemática interna de la maquinaria demócrata, Clinton presentó formalmente a Kaine el sábado en un acto de campaña en Miami, y los dos se esforzaron en garantizar que la Convención Nacional Demócrata presentará una visión de unidad.

Kaine, el az bajo la manga de Hillary

Al designar a Kaine, Clinton ha optado por un centrista con experiencia en la vida política, pero que podría decepcionar a los seguidores del socialista Sanders, que esperaban alguien más escorado a la izquierda.

Kaine podría ayudar a un consenso entre los votantes demócratas.

Kaine, de 58 años, ha apoyado los tratados de libre comercio de Norteamérica (Nafta) y Transpacífico, cuyos críticos atribuyen la destrucción de empleo por el traslado de fábricas nacionales al extranjero, en lo que coinciden tanto Sanders como el republicano Trump.

La elección de Kaine -un discreto senador de 58 años- ayudará a cubrir algunas de las carencias de Hillary, pues es un católico de origen jesuita y tiene buena experiencia política, ya que fue alcalde y gobernador.

Antes de entrar en el Senado, Tim Kaine ha sido también alcalde de Richmond y gobernador de Virginia. Aparentemente una de las motivaciones para la designación de Kaine es su dominio del idioma español, un factor importante en unas elecciones en las que el electorado hispano tendrá cierta influencia.

Pero después de una disputa interna increíblemente desgastante, diversos sectores demócratas esperaban que Clinton optara por un representante del ala más izquierdista del partido, para tender un puente con el electorado que claramente había optado por el senador Sanders, su adversario en la primaria.

Artillería pesada para una convención vital

Clinton parece dispuesta a ser el centro de una convención dedicada a reconstruir de emergencia la unidad del partido y al mismo tiempo exhibir una visión capaz de aglutinar a electores indecisos o atemorizados por el discurso republicano.

Seguidores de Hillary Clinton apoyan a la candidata durante su acto de campaña en Miami.

En la convención que los demócratas preparan en Filadelfia, el partido traerá toda su artillería pesada, con una lista de oradores que incluye hasta al presidente Barack Obama y el vicepresidente Joe Biden.

No obstante, Clinton necesita más que discursos para la unidad del partido, ya que las divisiones quedaron en evidencia durante las elecciones primarias y Clinton precisa con urgencia encontrar una fórmula para atraer el voto de los electores más jóvenes, su gran punto débil.

En una elección en la que tanto Clinton como Trump tienen niveles extraordinariamente elevados de rechazo -en los dos casos, claramente superior a 50%-, tener un candidato a vicepresidente con una sólida biografía política y capacidad de construir consensos es un recurso para intentar ganar la elección.

Sin embargo, Kaine ya fue presidente del Comité Nacional Demócrata, y por eso los votantes más jóvenes lo ven como un hombre ligado al establishment partidario, precisamente uno de los objetos de la ira de este segmento del electorado.

Por esa razón, delegados escogidos en las primarias para representar a Sanders no descartan dar continuidad al movimiento "Bernie o nada", que incluso tiene agendados actos de protesta en Filadelfia durante la Convención Nacional, donde espera movilizar a miles de personas.

¿Que pasará con Sanders en la convención?

Aunque no existan por ahora sondeos precisos, la opinión unánime es que por lo menos la mayoría de los electores que apoyaron a Sanders en la interna acabarán votando por Hillary, para procurar evitar que Trump llegue a la Casa Blanca, pero ello no alcanza para que el partido muestre que cerró filas detrás de su candidata, y que puede dar una buena batalla a la presidencia.

La candidata presidencial del partido demócrata Hillary Clinton y su exrival por la nominación Bernie Sanders.

Desde el fin de la elección interna, Sanders concedió su derrota y sugirió que será necesario apoyar a Clinton para evitar un triunfo de Trump en las elecciones de noviembre, pero su papel en la Convención Nacional está aún envuelto en una nube de incertidumbres.

El movimiento de Sanders está empeñado en que la Convención discuta poner punto final a la existencia de superdelegados en las elecciones internas, funcionarios que no están obligados a seguir el resultado de cada primaria y pueden apoyar a quien deseen, y que por lo tanto obedecen invariablemente a la maquinaria partidaria.

Ante la enérgica oposición, el sábado las partes se aproximaron a un acuerdo para reducir a dos tercios el número actual de superdelegados a partir de las elecciones de 2020. Pero el aire sigue envenenado con los más 19.000 correos electrónicos de Wikileaks. Algunos correos discutían cómo perjudicar a Sanders ante electores religiosos por su condición de ateo.

[Esta nota fue elaborada con información de Agencias]