El artista cubano Hamlet Lavastida, después de su salida forzada a Polonia junto a su pareja, la poetisa y activista Katherine Bisquet, conversó con la revista El Estornudo y contó parte de su experiencia en Villa Marista, donde estuvo detenido más de 90 días.
En entrevista con el periodista y escritor Carlos Manuel Alvarez, el artista ofreció una descripción detallada del interior del Cuartel General de la Seguridad del Estado, su funcionamiento y la dinámica que siguen con todos los presos a los que denominan detenidos.
"Ahí tú si de tas cuenta del increíble poder que tiene el Departamento de Seguridad del Estado que tributa al Partido Comunista. Es, básicamente, la policía política del partido y que sobre la Fiscalía, sobre los tribunales, sobre cualquier otro tipo de institución, tienen carta abierta para hacer cualquier cosa con tu cuerpo, con tu psiquis y con la ciudadanía en general”, denunció.
Lavastida, quien desde los primeros días de su detención fue identificado con el número "2239", relató que fue sometido a varios interrogatorios que buscaban que se inculpara por la creación de "un plan" en contra del régimen. "Qué viniste a hacer acá, quién te pagó, con quién te has preparado, qué viniste a preparar", eran algunas de las preguntas que los agentes le hacían al artista.
El miembro del grupo 27N señaló que el gobierno cubano lo acusaba de haber regresado a Cuba "por órdenes de alguien a hacer algo", por lo que primeramente lo acusaron de "incitación a delinquir", también de preparar "actos de terrorismo" por menciones hechas desde audios privados.
Según el artista, el plan de los agentes era que aceptara las acusaciones porque supuestamente "tenían las pruebas" y de esta manera podrían "reducirle la condena", lo cual el artista siempre se negó a hacer.
"No puedo autoinculparme porque me voy a embarcar", recordó el creador.
Según Lavastida, durante su detención pudo determinar tres métodos que usa la Seguridad del Estado ante los detenidos políticos: el primero, es lograr que el detenido se autoinculpe de los hechos que se le acusan, el segundo es "crear falsos testimonios" y denunciar a otras personas y el último es "el arrepentimiento" en el cual el detenido se compromete a no cometer más los actos de los que se le acusa y de no involucrarse en temas políticos y sociales.
El creador, nacido en 1983 y egresado del Instituto Superior de Arte de La Habana, declaró que al estilo del escritor Heberto Padilla y Reinaldo Arenas, eligió el método del arrepentimiento y las retractaciones como salida.
"Tenía que escribir que yo no quería participar más en la vida política, en ningún tipo de activismo...después también me llegaron a presentar un papel donde yo tenía que decir que tenía que colaborar con ellos… recuerdo que el oficial Darío me los sugirió y básicamente me estaba dictando lo que tenía que decir", explicó.
Lee también PEN International: Lavastida nunca debió haber sido encarceladoLavastida aseguró que esas cartas son un arma que el gobierno puede usar si de alguna manera continúa cercano al activismo, la inquietud política, social y cívica. "O sea, ellos tienen documentos que dicen que yo soy colaborador de ellos, pero evidentemente no soy y lo primero que hay que hacer es decirlo".
Después de tres meses detenido, la policía política impuso al artista y a su pareja sentimental Katherine Bisquet el exilio forzado. De acuerdo con las declaraciones de Bisquet en su Facebook, esta operación del gobierno cubano fue llamada "racionalidad política".
Los supuestos delitos cometidos por el artista eran “incitación a la rebelión” e “instigación a delinquir” y según las autoridades cubanas era un "presunto terrorista" por lo cual fue obligado a estar en prisión preventiva. Amnistía Internacional lo declaró prisionero de conciencia.
Lee también "Hamlet Lavastida ha sido liberado a cambio de nuestro exilio", confirma Katherine BisquetDurante su injusta detención, Lavastida fue sometido a horas de interrogatorios, a veces con varias personas interrogándolo, y el gobierno lo mantuvo incomunicado en varias ocasiones, incluso cuando fue diagnosticado por Covid-19 y su familia no fue notificada. Bisquet, dijo que durante la detención de su pareja, ella fue sometida a detenciones arbitrarias, arresto domiciliario ilegal y hasta amenazas por parte de la Seguridad del Estado.
Lavastida solicitó tratamiento psicológico y pidió calmantes para las crisis de migrañas. El artista aseguró que solo una vez tuvo acceso a una consulta con un psicólogo.
Su exilio forzado fue condenado por Amnistía Internacional, así como la organización Human Rights Watch y activistas y artistas cubanos dentro y fuera de la isla.