Los empresarios se aprovechan de las sanciones económicas a la isla y con ventaja respecto a los cubanos sus negocios florecen en la isla.
Aunque el régimen cubano echa toda la culpa de sus desgracias al embargo económico que aplica Estados Unidos, lo cierto es que aunque parezca una contradicción esas sanciones pueden generar oportunidades de negocios, según el portal denoticias ruso RT Sepa más.
La publicación señala el caso de extranjeros que han llegado a la isla en busca de esas oportunidades, entre ellos Wang Zheng, un chino que en su país es conocido como el rey del tabaco cubano, mientras que en Cuba todos simplemente lo llaman “Ziqui”.
“Hace dieciséis años llegó de Pekín a La Habana para probar suerte en el ámbito comercial –dice RT--. Tras varios fracasos, sus esfuerzos se vieron recompensados, y hoy es un exitoso empresario en la industria de los afamados puros cubanos”.
El propio empresario dijo que el embargo no es ningún obstáculo para el fomento de los negocios en la isla, sino que por lo contrario constituye una ventaja. “Es una oportunidad para nosotros: Estados Unidos está fuera, pero nosotros estamos dentro”, señaló.
De acuerdo con RT, esa estrategia “la comparten numerosos comerciantes orientales que a partir de los años noventa han ocupado los mejores nichos del mercado cubano: desde la exportación de materia prima hasta la venta de fármacos innovadores”.
El crecimiento de esa presencia en la isla, agrega, sorprende a los sociólogos que ven cómo la nueva generación de empresarios asiáticos radicados en Cuba se diferencia de sus antecesores, los fundadores del barrio chino de La Habana.
Mientras que en el siglo XIX la zona era prácticamente un gueto –dice–, a principios del siglo XX, según afirman los expertos, se convirtió en el barrio chino más rico de la región latinoamericana. “Hoy en día China es uno de los mayores socios comerciales de Cuba”, subraya.
De hecho, durante la visita que el gobernante Raúl Castro realiza a Pekin, los dos países acaban de firmar ocho acuerdos y memorandos de entendimiento, entre ellos un préstamo del Banco de Desarrollo de China para la mejora de instalaciones sanitarias y otro de cooperación agrícola.
La publicación señala el caso de extranjeros que han llegado a la isla en busca de esas oportunidades, entre ellos Wang Zheng, un chino que en su país es conocido como el rey del tabaco cubano, mientras que en Cuba todos simplemente lo llaman “Ziqui”.
“Hace dieciséis años llegó de Pekín a La Habana para probar suerte en el ámbito comercial –dice RT--. Tras varios fracasos, sus esfuerzos se vieron recompensados, y hoy es un exitoso empresario en la industria de los afamados puros cubanos”.
El propio empresario dijo que el embargo no es ningún obstáculo para el fomento de los negocios en la isla, sino que por lo contrario constituye una ventaja. “Es una oportunidad para nosotros: Estados Unidos está fuera, pero nosotros estamos dentro”, señaló.
De acuerdo con RT, esa estrategia “la comparten numerosos comerciantes orientales que a partir de los años noventa han ocupado los mejores nichos del mercado cubano: desde la exportación de materia prima hasta la venta de fármacos innovadores”.
El crecimiento de esa presencia en la isla, agrega, sorprende a los sociólogos que ven cómo la nueva generación de empresarios asiáticos radicados en Cuba se diferencia de sus antecesores, los fundadores del barrio chino de La Habana.
Mientras que en el siglo XIX la zona era prácticamente un gueto –dice–, a principios del siglo XX, según afirman los expertos, se convirtió en el barrio chino más rico de la región latinoamericana. “Hoy en día China es uno de los mayores socios comerciales de Cuba”, subraya.
De hecho, durante la visita que el gobernante Raúl Castro realiza a Pekin, los dos países acaban de firmar ocho acuerdos y memorandos de entendimiento, entre ellos un préstamo del Banco de Desarrollo de China para la mejora de instalaciones sanitarias y otro de cooperación agrícola.