Guerra en Ucrania acrecienta la crisis cambiaria de Cuba

Imagen del transporte en La Habana (AP/Ismael Francisco).

La invasión rusa de Ucrania está empeorando la crisis cambiaria de Cuba de tres años a medida que aumentan los costos de importación, socavando una recuperación incipiente y amenazando con más dificultades para los residentes, según expertos económicos y empresarios consultados por la agencia de prensa Reuters.

Las importaciones vitales, incluidos el combustible y los granos, han visto dispararse los precios entre un 25% y un 40% este año, ejerciendo una nueva presión sobre un gobierno crónicamente corto de dólares, dijeron los empresarios, que incluyen a tres extranjeros con años de trabajo en empresas conjuntas, así como el jefe de una fábrica cubana.

"El gobierno cubano está sintiendo el dolor, al igual que la población en general y el sector naciente de empresarios privados cubanos. Las cosas se ven muy difíciles para Cuba en el corto y mediano plazo", dijo el abogado canadiense Gregory Biniowsky, quien ha sido consultor en negocios e inversiones en Cuba durante décadas.

El empresario cubano, quien al igual que sus pares extranjeros pidió el anonimato, dijo que las empresas estatales ya estaban trabajando en condiciones difíciles antes de que Rusia, aliada de La Habana desde hace mucho tiempo, atacara a Ucrania en febrero y que esas condiciones se estaban deteriorando.

“Estamos siendo golpeados con reducciones de energía, combustible y otras a nuestros planes asignados. Ya estábamos raspando el barril para seguir adelante y ahora está empeorando”, dijo.

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La Cuba comunista importa alrededor del 60% del combustible y el 65% de los alimentos que consume, según el gobierno. El aumento en los costos de importación corre el riesgo de empeorar la escasez que ya obliga a los ciudadanos a hacer fila para obtener alimentos, medicamentos y otros bienes básicos.

El ministro de Economía, Alejandro Gil, dijo a fines de marzo que los precios más altos estaban socavando los planes para reducir los costos de importación y agregó que la escasez de gas y los cortes de energía se debieron en parte a los precios más altos del combustible y las interrupciones en el envío.

"Hasta el mes antepasado... un petrolero diesel de 40.000 toneladas nos costaba entre 35 y 36 millones de dólares", dijo, "y hoy ese mismo barco cuesta 58 millones de dólares".

Los precios cubanos de la gasolina y la electricidad son fijados por el Estado, que absorbe los mayores costos de importación. Lo mismo ocurre con algunos alimentos, que el gobierno distribuye a través de un sistema de racionamiento, lo que provoca escasez y precios elevados en el mercado informal cuando hay escasez de efectivo.

“El colapso de la economía rusa impactará severamente las relaciones comerciales y financieras con Cuba. Y también tendrá impactos más indirectos a través del aumento de precios”, dijo el economista cubano Ricardo Torres.

¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO?

Los aumentos de precios causados por la guerra son solo el último golpe a las finanzas del país, que ya han sufrido las sanciones de la administración Trump al turismo y las remesas estadounidenses, y la pandemia de coronavirus, que cerró el turismo de otros lugares.

“Están recibiendo un golpe tras otro en la barbilla”, dijo uno de los empresarios extranjeros.

El gobierno cubano no respondió a una solicitud de comentarios para esta historia, precisó Reuters.

Cuba no es miembro del Fondo Monetario Internacional ni de ninguna otra organización global de préstamos de la que pueda buscar ayuda para amortiguar la crisis.

Los pesos cubanos no se pueden cambiar fuera de la isla caribeña, por lo que depende de los dólares obtenidos de las exportaciones y servicios como el turismo para pagar todo, desde combustible, alimentos y medicinas hasta suministros agrícolas, maquinaria y repuestos.

La crisis de efectivo provocó una caída del 40% en las importaciones durante el período 2020-21, informó el gobierno, incluso cuando no cumplió con innumerables pagos a acreedores y proveedores, dijeron a Reuters más de una docena de diplomáticos y empresarios en ese momento, y dejó de intercambiar moneda extranjera por pesos en el mercado interno.

La economía cubana se contrajo un 9% durante los dos primeros años de la pandemia, según cifras oficiales, con desabastecimiento provocado por el ajustado presupuesto del gobierno que provocó apagones y protestas sin precedentes en julio pasado.

El gobierno pronosticó un crecimiento del 4% este año, pero el turismo y algunos otros sectores como el azúcar quedaron muy por debajo de las expectativas en el primer trimestre, según informes de los medios estatales.

“Todos los inversionistas están muy preocupados porque los precios más altos solo pueden empeorar la escasez, los cortes de energía, los problemas de transporte y la capacidad de pago de nuestros socios estatales”, dijo uno de los empresarios extranjeros, reportó Reuters.