Las autoridades de la prisión "Cuba Panamá" para enfermos de VIH, en la provincia Mayabeque, emplean malos tratos contra los reclusos e insultos y lenguaje despectivo sobre su orientación sexual. La presa política Brenda Díaz García fue víctima de tales abusos y luego encerrada en una celda de castigo, denunció su madre.
“Ellos [los mandos penitenciarios] no me dijeron, en específico, lo que había sucedido. Lo que sí me dijeron fue que ella le había faltado el respeto al guardia y el guardia tomó las ‘medidas pertinentes’”, relató a Radio Televisión Martí, Ana María García, la madre de la prisionera política.
“Pero otro recluso me dijo que el guardia había entrado al cubículo donde ella se encontraba y había dicho que los ‘maricones esos’ lo tenían cansado, y ella saltó porque ella se siente de esa comunidad. Y entonces el guardia le dijo ‘mira eso no es contigo’ y ella le contestó ‘pero sí es con mis compañeros y aquí todos somos gays’”, detalló García, citando a su hija.
“El guardia le fue para arriba, según me dijeron, y le dio con el bastón y ahí el Jefe de la prisión, que estaba de guardia, la puso en la celda de castigo desde ese domingo hasta este lunes, pero no he podido comprobar si ya la sacaron porque no le han dado teléfono”, denunció.
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Esta no es la primera vez que Díaz García sufre agresión física o verbal por parte de los mandos del penal, en relación con su orientación de género.
Lee también El diario Washington Blade sobre el 11J, Brenda Díaz y la comunidad LGBTIQ+El 31 de octubre de 2021, la muchacha fue empujada, escaleras abajo, por un guardia, cuando ella le exigió respeto por su identidad, denunció su madre.
Las autoridades cubanas la encarcelaron en la sección de hombres del establecimiento penitenciario, donde fue rapada y obligada a vestir ropas masculinas.
“Brenda me ha dicho que esa prisión es como si fuera particular de ellos, que se ven muchos agravios con los reclusos. Según tengo entendido, por referencias de muchos familiares que tienen los hijos presos, el jefe de la prisión que se llama Camilo Arzuaga, era el director de la prisión de Quivicán y siempre ha acostumbrado a reprimir, a maltratar a los reos o permite que sus subordinados, los guardias hagan esas cosas y también tiende a fabricar nuevas causas a los presos. Así lo hizo con Maikel Puig Bergolla”, dijo.
Puig Bergolla fue sentenciado a 12 años de cárcel por su participación en las protestas populares del 11J en Güines, pero recibió otros dos años por otra causa que su esposa Saily Núñez asegura que le fabricaron.
Díaz García es una joven transexual de 29 años, condenada a 14 años de privación de libertad por los delitos de desórdenes públicos con carácter continuado y sabotaje, tras participar en las manifestaciones del 11 de julio de 2021, en el municipio mayabequense de Güines.