El agravamiento de los cortes eléctricos, que alcanzan hasta 18 horas al día en algunas zonas de Cuba, alimenta el escepticismo de los cubanos sobre la capacidad del Gobierno de hallar una solución a la situación electro energética, al tiempo que espolea las protestas en el país, de acuerdo a opiniones recogidas por Martí Noticias.
“No ha habido una respuesta gubernamental, no se sabe si esto va a tener una solución en algún momento. Los apagones en el interior están de 12 horas. No se habla de ninguna solución. Lo evidente es que no va a haber combustible. Lo otro es que las termoeléctricas no dan más. Dan un reporte de la falta de corriente, pero no hay una respuesta institucional, no ha habido un programa, por ejemplo, como la Mesa Redonda, en que el Presidente diga que es lo que hay”, indicó el escritor Gabriel Barrenechea desde Santa Clara, Villa Clara, una de las provincias más afectadas por la contingencia energética.
“Ni tan siquiera hemos tenido una respuesta de qué sucedió en su viaje a Rusia, si logró a lo que él fue- que fue a pedir- que yo lo dudo, porque Rusia está en una guerra. En el gobierno como que están perdidos, no saben qué van a hacer. Y el empeño de mantener a alguien en la presidencia de la República que, incluso, para este tipo de sistemas (autocráticos) no está funcionando, y eso yo supongo que en el mismo gobierno cubano muchas personas se han dado cuenta”, recalcó.
Las altas temperaturas, que en estos días han alcanzado récords de hasta 40 grados, disparan la demanda energética, mientras el sistema de generación colapsa debido a las continuas roturas en las centrales termoeléctricas y el déficit de combustible para los motores.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, negó los rumores de que el servicio vaya a faltar las 24 horas del día por el colapso del sistema nacional o que esté funcionando al 10%.
De la O Levy ha insistido en declaraciones que la actual se trata de una contingencia temporal por los mantenimientos programados a las termoeléctricas y averías imprevistas, pero incluso en La Habana, donde la duración de los apagones es menor, se han intensificado.
“Hay dos formas de apagones, uno es los apagones intermitentes, se va siete veces con intervalo de 15 minutos vuelve de nuevo y después se vuelve a ir; y así hasta que viene el apagón clásico de siete horas, que pueden ser de 8 horas. El otro día fueron 12, pueden ser de 14”, dijo Ernesto Aquino, residente en el Cerro, en la capital cubana.
“Cuando tú hablas de las particularidades de una situación y no le das una solución, eso es para entretener a la gente: que, si tenemos combustible, pero no tenemos los equipos, o sea, no tienes la solución”, considera Aquino.
El gobernante Miguel Díaz-Canel, reconoció, esta semana, en una entrevista con el periodista franco-hispano Ignacio Ramonet que parte del problema es la escasez de divisas.
“No hay solución, porque no hay recursos. Se acabó el tiempo de pedir y no pagar. El tiempo que tú recibiste por chorro los recursos, no te preocupaste por arreglar un termoeléctrica, no te preocupaste por cambiar los transformadores, no te preocupaste por nada”, precisó Aquino.
El titular de Energía aseguró que para el 30 de junio recuperarán alrededor de 700 MW que están fuera de servicio y toda esa “potencia” la distribuirán en el verano “porque es la época que más necesita la población”.
Por ahora, las interrupciones eléctricas alcanzan hasta las 18 horas o más, entonces “¿cómo tú crees que nos vaya? Hubo dos días en los que me pusieron dos horas la corriente. Hay problemas con los alimentos que se van a echar a perder en el refrigerador, como les ha pasado a muchas personas, problemas con el agua, que la quitan, la ponen y así”, expresó molesta Nancy López residente en el municipio camagüeyano de Florida.
“Pero yo sí tengo esperanzas de que algo va a pasar, que eso tiene que coger un rumbo”, manifestó López con confianza en el restablecimiento del servicio eléctrico regular.
En la ciudad de Santiago de Cuba, escasea el agua desde hace más de 20 días. Sus habitantes tienen que colectar el preciado líquido en sitios alejados a sus residencias.
“Ya no es solamente el apagón, sino también la escasez de agua. Llevamos más de 25 días sin agua corriente. Santiago de Cuba entero está en función de cargar agua”, señaló el activista Jorge Amado Robert Vera.
“Los apagones aquí son prolongados: están entre siete y ocho horas. A la gente se le están echando a perder los alimentos, se le están rompiendo los equipos, ya no solamente afecta la corriente. La gente se queja de que tampoco tiene comida, ni hay agua”, detalló.
En distintas ocasiones, Díaz-Canel ha achacado la precariedad energética, al embargo que dificulta la entrada de diésel y fuel oil a la Isla.
“El pueblo es consciente de que ellos son mentirosos. Las personas saben que ellos no van a solucionar la situación de este país. Son conscientes de que la realidad está ahí y no tiene que ver con un bloqueo, sino que tiene que ver con una pésima administración y tantos años de un régimen que lo único que ha hecho es hundir al país en el abismo”, puntualizó Robert Vera.
A la imposibilidad de cocinar con equipos electrodomésticos, se unieron los anuncios de varias unidades de distribución de gas licuado sobre la falta de disponibilidad del producto para la venta a la población en los ciclos establecidos.