El Primero por el cambio a pesos convertibles con el gravamen del 10 por ciento a partir del 8 de noviembre, y segundo por el mayor control del Banco Central sobre las cuentas en dólares depositados en bancos de la isla, pero Mesa-Lago subraya que esto no resolverá los graves problemas existentes en la economía cubana.
En un artículo que escribió para la publicación electrónica Encuentro en la Red que se edita en Madrid y se especializa en asuntos cubanos, Mesa-Lago dice que entre los principales males de la economía cubana hay un enorme déficit comercial, escaso acceso al crédito externo e insuficiencia de divisas.
El economista pronostica que a corto y largo plazos pueden ocurrir sirtuaciones adversas para el gobierno de Castro, como el resurgimiento del mercado negro de productos y dólares, la presión para devaluar el peso y la posible reducción de las remesas que los exiliados cubanos envían desde el exterior. Mesa-Lago comenta de este modo la reciente decisión de Castro de suprimir la circulación del dólar e imponer un impuesto del diez por ciento por cambiarlo por pesos cubanos convertibles a partir del 8 de noviembre.
Mesa-Lago agrega que el más perdudicado por esta situación es el pueblo cubano porque en la práctica sufre un aumento del 10 por ciento en los precios de las Tiendas de Recaudación de Divisas (TRD), reduce su consumo aún más y enfrenta la posibilidad de que el gobierno imponga futuras medidas que eliminen el dólar y empeoren su paupérrima situación.
La mayor parte del turismo cubano, dice Mesa-Lago, llega de Europa y Canadá, pero el 13 por ciento de los viajeros viene de Estados Unidos y América Latina — la zona del dólar — y las medidas del gobierno encarecerán el costo de las compras y la estancia en la Isla, lo cual es impactante para un turista de bajo ingreso en busca de vacaciones baratas.
Enlace al artículo de Carmelo Mesa-Lago.