Fiambres, embutidos y carnes en la mira de la OMS por riesgo de cáncer

  • Agencias

Carnes de un supermercado

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer dependiente de la Organización Mundial de la Salud, colocó al consumo excesivo de carnes procesadas como embutidos o fiambres en el Grupo 1 de riesgo de contraer cáncer, principalmente colorrectal.

El consumo excesivo de carnes es potencialmente cancerígeno, advirtió este lunes la agencia contra el cáncer de la OMS en un informe de alto impacto para consumidores y productores cárnicos en todo el mundo.

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) dependiente de la Organización Mundial de la Salud, colocó al consumo excesivo de carnes procesadas como embutidos o fiambres en el Grupo 1 de riesgo de contraer cáncer, principalmente colorrectal.

A esa categoría pertenecen, por ejemplo, el tabaco o el amianto. Pero aclaró que estar en el mismo grupo "no significa que sean igualmente peligrosos".
Por su parte, el consumo excesivo de carnes rojas en general --incluyendo vacuna, porcina y ovina--, fue integrado al Grupo 2a, como "probablemente cancerígenas" por este informe que abunda en indefiniciones a falta de datos realmente concluyentes.
"Los resultados confirman las recomendaciones de salud pública actuales que llaman a limitar el consumo de carne", dijo Christopher Wild, director de la IARC.
Los vegetarianos saludaron este informe que parece confirmar sus postulados. "¿Cuántas advertencias de salud adicionales debemos recibir para darnos cuenta de que la proteína animal no es buena para nosotros?", se preguntó Jasmijn de Boo, de la Vegan Society británica.


Expertos de Francia y Gran Bretaña consultados por la AFP estimaron que todo está en las cantidades. Se puede seguir consumiendo carnes rojas, siempre y cuando la cantidad no superen los 500 gramos por semana y procurar eliminar las procesadas como alimento cotidiano.
El instituto norteamericano de la carne (NAMI) fustigó en cambio las conclusiones de la OMS por considerar que constituyen un "desafío al sentido común".
Los autores del informe, acusa la NAMI, "trituraron los datos para llegar a un resultado específico".
Según la vicepresidente de NAMI, Betsy Booren, como parte de la dieta mediterránea, España, Italia o Francia consumen grandes cantidades de jamón o salames y "ostentan algunas de las expectativas de vida más largas del mundo y excelente salud".
Ian Johnson, un investigador dietético con base en Gran Bretaña, señaló por su parte que no existen pruebas de que los vegetarianos de su país "tengan un menor riesgo de contraer cáncer de colon que los carnívoros".


El organismo de la OMS asegura que basa sus conclusiones en la "literatura científica acumulada" y examinada por "un grupo de trabajo de 22 expertos de 10 países".
La IARC concluye que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida cotidianamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%. Y cada porción diaria de 100 gramos de carne roja aumentaría el riesgo en un 17% "si la causalidad de las asociaciones entre consumo de carnes rojas y cáncer colorrectal quedase demostrada".
Se mostró elusiva a la hora de evaluar los métodos de cocción o de precisar si es más seguro consumir carne cruda que cocida, o alimentarse solo de productos vegetales o de aves y pescado.
El grupo de trabajo de la IARC admitió "carecer de datos suficientes como para determinar si la manera en que se cocina la carne afecta el riesgo de cáncer".
"Para un individuo, el riesgo de desarrollar un cáncer colorrectal a causa de su consumo de carne trasformada es débil, pero ese riesgo aumenta en función de la cantidad de carne consumida", precisó Kurt Straif, otro responsable de la IARC.


"La carne procesada fue clasificada como cancerígena para el ser humano, en base a indicaciones suficientes según las cuales su consumo provoca cáncer colorrectal", indicó la IARC. Menciona además el riesgo potencial de cáncer de próstata y páncreas.
Como carne transformada o procesada se entiende "la carne transformada por salado, maduración, fermentación u otros procedimientos destinados a realzar su sabor y mejorar su conservación".
La mayoría de las carnes procesadas contienen cerdo o vacuno, pero pueden provenir de otras carnes rojas, o de aves, vísceras o subproductos cárnicos como la sangre, aclara la IARC.
Como ejemplo de carnes transformadas cita hot-dogs o salchichas de Fráncfort, jamón, chorizos, corned-beef, carne de vacuno seca, así como carnes en conserva y las preparaciones y salsas a base de carnes.
En su lista detallada de ejemplos la OMS omite mencionar explícitamente a las hamburguesas, el producto cárnico procesado de consumo masivo a escala mundial vendido por cadenas como McDonald's o Burger King.
Por su parte, las carnes rojas fueron clasificadas en una categoría de riesgo menor que las procesadas como "probablemente cancerígenas para el ser humano, sobre la base de indicaciones limitadas según las cuales su consumo induce cáncer".
Por "carnes rojas" el informe precisa que debe entenderse "todos los tipos de carne provenientes de tejidos musculares" de mamíferos, incluyendo la carne vacuna, porcina, ovina, equina y caprina.
"El consumo de carne roja todavía no ha sido establecido como causa de cáncer", aclara la IARC. Sin embargo, si la causalidad de las asociaciones mencionadas quedase demostrada, la carne roja podría ser responsable de 50.000 fallecimientos anuales a causa de cáncer en el mundo.
La cifra contrasta con el millón de muertes anuales por cáncer atribuidas al tabaquismo, las 600.000 al alcohol y las más de 200.000 a la contaminación atmosférica.