Un bloguero militar ruso falleció, al parecer por suicidio, tras recibir una lluvia de críticas por revelar las fuertes pérdidas militares en Ucrania. Sus partidarios culpan a propagandistas del Kremlin de su fallecimiento.
Andrei Morozov, quien también sirvió como soldado en Ucrania, dijo en su último post el miércoles que decidió "autoejecutarse" para que sus camaradas no sufran las consecuencias de sus publicaciones críticas, que disgustaron a los mandos militares.
Maxim Pashkov, un abogado que lo conocía, confirmó la defunción, afirmando que Morozov, de 44 años, se suicidó con una pistola.
Morozov, conocido por su apodo Murz, dijo en una publicación reciente que unos 16.000 soldados rusos murieron y unos 300 vehículos blindados se perdieron desde octubre cuando empezó la batalla por el pueblo de Avdiivka. Las tropas rusas capturaron Avdiivka el fin de semana, luego que las fuerzas ucranianas se retiraron.
Lee también "Putin mató a mis esposo", declaró viuda de Navalny ante UE; Borrell dice que el mandatario ruso deberá rendir cuentasLos comentarios de Morozov causaron el enojo de un prominente presentador de la televisión rusa y otros, que pedían enjuiciarlo por "desprestigiar" a las fuerzas armadas.
Varios blogueros culparon a quienes atacaban a Morozov por su deceso.
Lee también Madre de recluta cubano caído en frente ruso contra Ucrania: "son carne de cañón y los matarán a todos"En su último mensaje antes de suicidarse, en su canal de Telegram, Morozov dijo que las autoridades le obligaron a borrar su publicación anterior sobre las pérdidas militares rusas. Criticó duramente al mando militar por hacer la vista gorda antes las pérdidas y por ignorar las necesidades de los soldados en el frente.
Alexander Kofman, director de la Cámara Pública de la región de Donetsk controlada por los rusos, describió el suicidio de Morozov como "un grave error" en una app de mensajes.
La muerte de Morozov ocurre en momentos en que las autoridades rusas se han vuelto cada vez más intolerantes previo a las elecciones de marzo, en que el presidente Vladímir Putin prácticamente tiene asegurada la victoria.
También ocurre tras el deceso del líder opositor Alexei Navalny en una colonia penal en el Ártico, lo que ha causado denuncias internacionales y asestó un duro golpe a la oposición rusa.