Se trata de una medida unilateral, reconocen fuentes diplomáticas, ya que no existe ningún embargo internacional a Venezuela.
El Gobierno de España decidió este jueves suspender por tiempo indefinido la exportación de material antidisturbios a Venezuela, ante la espiral de violencia que vive el país sudamericano desde el pasado 12 de febrero que ha dejado un saldo de 39 muertos, 550 heridos y más de 2.000 detenidos, según datos de Amnistía Internacional, informó el diario El Nacional.
“La decisión fue adoptada por la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso (JIMDDU) –en la que están representados los departamentos de Asuntos Exteriores, Defensa, Interior, Comercio o Hacienda– el 6 de marzo, pero no se ha hecho pública”, según el rotativo.
Se trata de una medida unilateral, reconocen fuentes diplomáticas, ya que no existe ningún embargo internacional a Venezuela. Sin embargo, la JIMDUU ha evaluado una serie de criterios a la hora de autorizar las ventas de material militar, policial o de doble uso y uno de ellos alude a situaciones de inestabilidad interna y a la posibilidad de que este pueda ser empleado para la represión.
España ya había implementado una medida similar contra Egipto en julio de 2013 a raíz de la represión policial a manifestantes luego del golpe de Estado que derrocó el Gobierno de los Hermanos Musulmanes.
El miércoles la Iglesia Católica venezolana acusó al Gobierno de Nicolás Maduro “de querer implantar un régimen totalitario y lo responsabilizó de generar el descontento que desató la mayor ola de protestas antigubernamentales en la última década, lo que sumado a la presión de la comunidad internacional, pudo motivar la decisión de Madrid”.
“La decisión fue adoptada por la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso (JIMDDU) –en la que están representados los departamentos de Asuntos Exteriores, Defensa, Interior, Comercio o Hacienda– el 6 de marzo, pero no se ha hecho pública”, según el rotativo.
Se trata de una medida unilateral, reconocen fuentes diplomáticas, ya que no existe ningún embargo internacional a Venezuela. Sin embargo, la JIMDUU ha evaluado una serie de criterios a la hora de autorizar las ventas de material militar, policial o de doble uso y uno de ellos alude a situaciones de inestabilidad interna y a la posibilidad de que este pueda ser empleado para la represión.
España ya había implementado una medida similar contra Egipto en julio de 2013 a raíz de la represión policial a manifestantes luego del golpe de Estado que derrocó el Gobierno de los Hermanos Musulmanes.
El miércoles la Iglesia Católica venezolana acusó al Gobierno de Nicolás Maduro “de querer implantar un régimen totalitario y lo responsabilizó de generar el descontento que desató la mayor ola de protestas antigubernamentales en la última década, lo que sumado a la presión de la comunidad internacional, pudo motivar la decisión de Madrid”.