El gobierno español denegó los permisos para la celebración de una protesta frente al Congreso de los Diputados, que buscaba visibilizar la situación de los huelguistas de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
Según las autoridades, el evento no fue comunicado con suficiente antelación, y la huelga de hambre que mantienen 38 activistas de derechos humanos "no constituye una causa extraordinaria y grave que justifique la urgencia, y que posibilitaría, en su caso, la exceptuación del plazo general de preaviso".
"Me parece lamentable que el delegado del Gobierno haya emitido un comunicado oficial, donde dice que el peligro inminente para la vida de 38 cubanos no es un motivo suficiente para que este permiso sea concedido", denunció Lázaro Mireles, presidente del Movimiento de Acciones por la Democracia (AxD).
En respuesta a Radio Televisión Martí, fuentes gubernamentales insistieron en que la petición "se recibió fuera del plazo establecido por la Ley".
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Sin embargo, Mireles considera que se dan las circunstancias para una autorización de urgencia, ya que, "la ley que regula el derecho a reunión, establece que un motivo de urgencia es condicionante para que el permiso sea otorgado".
En una carta enviada este viernes a los partidos de la oposición, el activista pide aumentar la presión sobre el Gobierno español, para que se pronuncie acerca de la represión en Cuba.
"Al gabinete español le debe dar vergüenza permanecer apacible ante tanto atropello; hoy más que nunca el mundo debe conocer lo que está sucediendo en Cuba", recoge la misiva.