El partido de Rajoy busca superar tensiones internas en su convención nacional

  • Agencias
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, en la Convención Nacional del PP

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, en la Convención Nacional del PP

Ley del aborto, excarcelación de presos de ETA, independentismo en Cataluña: al conservador Partido Popular de Mariano Rajoy se le acumulan las desavenencias internas, origen del distanciamiento de varios miembros, que buscará superar en una convención nacional iniciada este viernes.

"Estamos todos juntos, todos somos el Partido Popular", lanzó su secretaria general, María Dolores de Cospedal, en la inauguración de la convención nacional que la formación celebra hasta el domingo en Valladolid, en el norte del país, para cerrar filas antes de las elecciones europeas de mayo.

La propia Cospedal había tenido que desmentir varias veces esta semana que la política realizada por el PP desde su llegada en fuerza al poder a finales de 2011 esté provocando divisiones en el seno del partido.

"De fracturas, nada de nada", había afirmado el miércoles en rueda de prensa. "No se puede hablar ni de fracturas ni de convulsiones", reiteró el jueves en una entrevista en la televisión pública.

El motivo: en la misma semana el expresidente del gobierno y presidente de honor del partido José María Aznar --crítico con Rajoy-- anunció que no asistiría a la convención por "problemas de agenda", el exministro del Interior Jaime Mayor Oreja renunció a ser el candidato del PP a las elecciones europeas --como hacía desde hace diez años-- y el eurodiputado Alejo Vidal-Quadras --vicepresidente del Parlamento Europeo-- dejó el partido.

Acusando a Rajoy de falta de "pasión y de aceptación del riesgo", Vidal-Quadras, opuesto a la política del gobierno "en cuestiones esenciales" como la lucha contra la crisis económica y contra el desafío secesionista de Cataluña, decidió sumarse a la filas del recién creado Vox.

Este pequeño partido fue fundado a mediados de enero por un exdiputado popular en el parlamento regional vasco, Santiago Abascal, y por una conocida víctima de ETA, Antonio Ortega Lara, también exmiembro del partido, descontentos con el ejecutivo por la liberación de decenas de presos de la organización armada independentistas vasca a raíz de un fallo del Tribunal Europeo de Derecho Humanos en octubre.

Para Josep Ramoneda, analista político y articulista de prensa, todo esto prueba que el PP está perdiendo el apoyo de su sector más conservador. "Vox es el primer partido que nace a la derecha del PP", subraya.

En su época como presidente de la formación, de 1990 a 2004, "el gran orgullo de Aznar era decir que había unificado a toda la derecha española, desde la extrema derecha hasta los sectores liberales, en un único partido", explica a la AFP.

"Ahora parece que la manta ya no llega para cubrirlo todo", agrega, achancando los problemas a una "falta de liderazgo de Rajoy".

La fuerte subida de impuestos para luchar contra el déficit, la liberación de presos etarras, los desafíos de los independentistas catalanes, "todos estos temas son los que encienden al sector más de extrema derecha y como Rajoy actúa con una actitud muy ambigua esto les pone muy nerviosos y genera reacciones muy negativas", afirma.

Para Ramoneda, es "una paradoja" que esto ocurra precisamente "en un momento en que Rajoy giró mucho hacia a la derecha para contentar al sector más extremista" especialmente con reformas como la del aborto, que prácticamente prohíbe la interrupción del embarazo, incluso en casos de grave malformación del feto.

Aprobado por el consejo de ministros en diciembre, este proyecto de ley, que debe ahora ser corroborado por un Parlamento donde el PP tiene mayoría absoluta, provocó duras críticas de algunas figuras destacadas del partido.

"Nadie puede negar a nadie su derecho a ser madre ni tampoco nadie puede obligar a nadie a serlo", lanzó a finales de diciembre uno de sus barones, José Antonio Monago, al que siguieron varias voces más, pese a los llamados de Rajoy a aplacar la polémica interna.

Tal vez para evitar una crisis, el tema del aborto no se debatirá durante la convención nacional, avanzó Cospedal. "Se hablará cuando llegue a tramitación parlamentaria", zanjó.