Decenas de miles de personas se manifestaban este martes en Barcelona, en medio de una huelga general en esta región española contra la violencia policial ejercida para impedir el referéndum ilegal del pasado domingo.
La agencia AFP informó que los asistentes a distintas manifestaciones organizadas por toda la ciudad coreaban: "¡Las calles serán siempre nuestras!", "¡fuera las fuerzas de ocupación!".
Las protestas se producían el martes ante la sede del Partido Popular (PP), en el poder en España o la Delegación del gobierno español en Cataluña.
Se trata de una de las peores crisis políticas de los últimos 40 años en España. Comenzó cuando el ejecutivo independentista catalán decidió organizar el referéndum de autodeterminación a pesar de su prohibición.
La situación se agravó cuando centenares de policías entraron el domingo en centros de votación, usando la fuerza para dispersar a los militantes concentrados frente a esos espacios para protegerlos y conseguir celebrar la votación.
La agencia AFP dijo que muchos manifestantes intentaban mantener un espíritu pacifista el martes, pero la tensión era palpable en algunos puntos como frente a la Delegación del gobierno español en la región, protegida con un triple cordón de furgonetas de la Policía Nacional, vallas y agentes de la policía catalana.
Decenas de bomberos de la región que, al mismo tiempo que protestaban, intentaban guardar las distancias entre manifestantes y el edificio.
Multitudes se aglomeraban en las calles sin dirección clara. Cerca de la plaza de la Universidad, frente a la que se encuentra la universidad más antigua de la ciudad, ocupada desde hace semanas por estudiantes, se podía leer en una pancarta "Cerrado por revolución".
"No queremos ser un país ocupado", gritaban jóvenes en catalán. "Adiós España", decían otros algo más lejos, haciendo peinetas (el gesto con una mano mostrando el dedo medio) a un helicóptero de la Policía nacional.
"El día 1 de octubre fuimos un país ocupado y no se han ido todavía", explicaba Antonia María Maura, profesora de primaria, de 56 años.
"Es la hora de la rebelión pacífica y de la creación de un país libre", declaraba Julia, de 14 años, nacida en Cataluña pero de familia andaluza.
"Carles Puigdemont (presidente catalán) tiene que declarar la independencia porque toda Europa ha visto que España no es una democracia: votábamos pero nos pegaban", decía.
Su melliza, Paola, aseguraba que no era independentista. Pero ella quiso manifestarse por "la libertad de expresión y la no violencia". Mariano Rajoy, el jefe del gobierno, dijo "que iba a intervenir con serenidad y respetando las leyes, y resultó que los policías actuaron de esta manera violenta".
Los dirigentes independentistas aseguran haber ganado este referéndum con 90% de los votos, 2,02 millones de apoyos sobre un censo de 5,3 millones de electores, y ahora quieren declarar la independencia de manera unilateral.
Martí Noticias informó el lunes que la ONU y la Unión Europea instaron a Rayoy a sentarse a negociar con los líderes catalanes para resolver la grave crisis que dejó el domingo a centenares de personas heridas.
(Con información de AFP)