El reconocido escritor y artista plástico Juan Abreu (La Habana 1952) presenta esta semana dos de sus títulos más recientes: A la sombra del mar, incluido en el programa de la Feria Internacional del Libro de Miami y dedicado a su amigo, el escritor cubano Reinaldo Arenas (1943-1990); y Debajo de la mesa, que tendrá una presentación el miércoles 18 a las 8 p.m. en la librería Altamira de Coral Gables.
En entrevista con Martí Noticias a propósito de sus presentaciones, Abreu adelantó que su serie 1959, sobre los fusilados por el régimen comunista cubano, será presentada en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas, Bélgica, el siete de febrero del próximo año.
Se trata de "un triunfo especial debido a que ahora Europa, tan laxa con el castrismo, tendrá así frente a sus ojos una expresión plástica del horror de ese régimen", afirma Abreu quien ha recordado con su serie de retratos los fusilamientos de más de 300 cubanos.
En la literatura también ha elegido la memoria como género para las obras que presenta esta semana en Miami.
El autor exiliado en Barcelona comentó sin embargo que ambos son libros muy diferentes...
"A la sombra… es un diario, un diario de campaña, diría yo, de un periodo muy breve de mi vida habanera relacionada con Reinaldo Arenas, mientras que Debajo de la mesa es un libro de memorias que se ocupa no solo de mi vida, también de la vida de la familia. Abarca toda mi vida cubana, desde la infancia hasta el momento en que embarco en el Puerto de Mariel para abandonar la isla. Es el libro de una época que va de la luz de la República a las sombras de la dictadura castrista".
"Debajo de la mesa es un libro muy importante para mí, porque es el libro de mi madre. Siento que se lo debía y me hace muy feliz haberlo escrito", explica.
Ante el dilema de una literatura testimonial frente a la ficción que, por cierto, se le da muy bien con obras como El gen de Dios, el escritor contestó: “yo creo que toda mi literatura es autobiográfica y testimonial. La ficción en mi caso es una convención detrás de la que me parapeto con el objetivo de protegerme de la hipocresía y de los comisarios, que suelen ser infatigables”.
Abreu como muchos otros escritores cubanos de distintas generaciones escapó un día de Cuba, en su caso a través del Éxodo del Mariel en 1980, por considerar insostenible el poder escribir una obra literaria bajo las condiciones imperantes en la isla.
Abreu descarta que algo haya cambiado: "El régimen no ha cambiado. No hay más libertad para escribir en Cuba. El único cambio que se ha producido es que la correa de la que lleva atados el régimen a sus escritores, es tal vez un poco más larga”.
Abreu ha publicado, entre otras, Garbageland, 2001, Gimnasio: emanaciones de una rutina, 2002, Orlan Veinticinco, 2003, Accidente, 2004, Cinco Cervezas, 2005, y Diosa, 2006.
Abreu, un escritor duro, a veces corrosivo, paradójicamente ha publicado también buena literatura infantil como El gigante Tragaceibas, 2002, y El niño que quiso ser excremento, 2008.